Las locas locas vacaciones de los diputados
Cristina twiteó: ¡Llegó Papá Noel!, por un fallo judicial que favorecía a Macri. Curioso comentario de alguien que acaba de recibir anticipadamente la visita de los Reyes Magos: Melchor Hotesur, Gaspar Los Sauces y Baltazar Memorándum. Por Alejandro Borensztein
Antes que nada, destaquemos el hecho de que hacía mucho tiempo que no veíamos en la Argentina un fin de año con tanta onda positiva. De Covid, pero positiva al fin.
Dicho esto, reflexionemos. Si una fuerza política es capaz de convocar a millones de ciudadanos, ganar una elección nacional, tener mayoría en la Cámara de Diputados y justo el día que debe frenar una suba de impuestos propuesta por el gobierno termina perdiendo por un voto porque un par de legisladores estaban de vacaciones, más que una fuerza política podríamos decir que es una batucada de inútiles que se merecen perder todas las elecciones de acá a los próximos 100 años.
Pero no es tan así. Calmémonos.
Primero: no generalicemos porque no todo es igual. No es lo mismo Negri, Lospennato o López Murphy que la diputada Gabriela Brouwer de Koning, integrante de la nueva sucursal radical liderada por Lousteau/Yacobitti/Loredo, quien asumió el 10 de diciembre y el 20 ya estaba tomando sol en Miami.
O el diputado Álvaro González (PRO) que se fue a Alemania en pleno quilombo porque se casaba la hija.
Obviamente, ambos tienen todo el derecho del mundo a viajar y hacer lo que se les cante, siempre y cuando laburen en una rotisería.
Pero eligieron representar al pueblo como diputados nacionales y en el actual contexto del país no se pueden ir a ningún lado.
Como bien dijo Cristina el 18 de diciembre de 2020 en La Plata: “Si no les gusta, vayan a buscar otro laburo” (en realidad se los dijo a Alberto y a sus ministros pero vale para todos).
Segundo: los contribuyentes afectados deben serenarse porque esa guita, luego de dejar un buen porcentaje en la política, llegará a los sectores más necesitados.
Y fundamentalmente porque el problema todavía se puede arreglar. Hagamos cuentas para dimensionarlo. Veamos.
Entre los impuestos aprobados por única vez y para siempre está la alícuota sobre bienes personales que aumentó de 1,25% a 1,50% y la de los bienes en el exterior que pasó de 1,25% a 2,25%.
Según el INDEC, la plata declarada ante la AFIP que está afuera del sistema bancario local es 252.186 millones de dólares.
O sea que los viajecitos de González a Alemania y de Brouwer a Disney les costaría a los contribuyentes 2.521 palos verdes extra.
Sin embargo, dado que el impuesto se paga en pesos a valor del dólar oficial o dólar de juguete (100 manguitos), la cifra en dólares reales baja sensiblemente: son sólo 1.260 millones de dólares. Una pichincha.
Así y todo, si repartimos las culpas entre los dos inútiles que provocaron este zafarrancho, podríamos decir que el casamiento de la hija de González en Alemania costó 630 millones de dólares.
Teniendo en cuenta que el del Príncipe Carlos con Lady Di costó 110 palos verdes, lo de González sería para el Guinness. Ni el Sha de Persia gastó tanto cuando se casó.
Obviamente, se supone que si los kirchneristas son las bestias peludas de la política, Juntos por el Cambio vendrían a ser los buenos, los correctos y, por ende, los que le van a reponer la mosca, como corresponde, a los 1.010.722 contribuyentes que declaran Bienes Personales (dato oficial dic/2018), muchos de ellos hoy enfurecidos por la derrota parlamentaria provocada por los viajes de González y Brouwer.
Pero seamos ecuánimes: si la oposición está dividida en cien minibloques no es lógico que paguen justos por pecadores.
La ex diputada Brouwer, y decimos “ex” descontando que la van a rajar ni bien muestre el hisopado en Ezeiza (si no es que se queda a vivir en Miami, que es lo que uno haría en su lugar), es parte del nuevo sector liderado por Lousteau, denominado Evolución y cuyo bloque en diputados preside un tal Loredo.
El otro crack, el del casamiento, forma parte del PRO cuyo jefe de bloque es Ritondo de gran actuación en el partido del presupuesto pero al que ahora se le escapó la tortuga, literalmente, a Alemania.
Siendo que Loredo y Ritondo eran los responsables de tomar lista y garantizar que estén todos en sus bancas y no en Disney, es obvio que deberían responder por los daños ocasionados, o sea que cada uno tendría que ponerse con 630 palos verdes que no creo que tengan.
Paréntesis: no sé qué esperan las empresas de seguros para venderle una póliza contra terceros a cada jefe de bloque en el Congreso. Como viene la mano, la van a necesitar.
Dado que Ritondo, Loredo y Lousteau son tres secos, no queda más remedio que seguir subiendo en la escala jerárquica hasta encontrar uno que tenga suficiente guita como para levantar el muerto.
Según todos los medios, detrás de Lousteau está Nosiglia que no es responsable por la diputada que se rajó a Miami, pero eso no lo exime de su condición de garante.
Por suerte el Coty supo ahorrar en la vida y tiene un billete importante. No creo que llegue a 630 palos verdes, pero puede hacer un buen aporte personal y sabe por dónde ir a pasar la gorra.
De ser así, ya tendríamos resuelto el 50% del problema. Sería lindo que Lousteau le cambie el nombre a su bloque y, a partir de ahora, en lugar de “Evolución” se llame “Devolución”.
El otro 50% le corresponde al PRO. Por encima de Ritondo, que no tiene un sope, está Patricia Bullrich presidiendo el partido pero, aunque jugó en más clubes que el Loco Abreu, tampoco es millonaria.
Acá hay que seguir subiendo en la cadena de mando hasta la cima del PRO donde habitan los dos que se disputan el liderazgo: Macri y Larreta. ¿Cuál de ellos tiene suficiente guita como para poner los 630 palos verdes que costó el casamiento y calmar a los damnificados? Mal te veo Gato.
A Larreta no se le puede pedir plata porque el tipo te dice que sí, se da vuelta y en un minuto te vendió el Zoológico, el Campo de Polo y el Planetario.
Por el bien de la ciudad, no queda más remedio que pedirle a Macri que se haga cargo. ¿Cómo hacemos para sacarle un sope al Cartonero Báez?
Todos sabemos que para pedir guita es el campeón del mundo, de hecho el FMI le dió 50.000 palos verdes a sola firma, pero para soltar una moneda es durísimo.
Quizá Macri va a tener que aflojar y meter la mano en el bolsillo porque si no, la próxima vez que salga a manguear para su campaña con el verso del cambio, le van a dar un cartoncito que diga “vale por el 1% de mi patrimonio que es lo que me costaron las vacaciones de tus diputados”.
Más de uno ya lo estará pensando.
Moraleja 1: de Cristina se podrá decir cualquier cosa pero a ella jamás se le hubiera escapado un diputado a Miami.
Moraleja 2: no sé qué espera Pichetto para dar cursos de verano a todos los imberbes del Congreso.
Para compensar el papelón opositor, apareció el oficialismo y levantó el nivel del debate político.
La actual Vicepresidenta y dos veces Presidenta de la Nación publicó un tweet con la cara de Mauricio Macri, ex presidente argentino y un texto: “el burro hablando de orejas” (CFK, 23/12/2021 a las 12:18 AM).
Un día antes, la estadista también twiteó: “¡Llegó Papá Noel!”, en referencia a un fallo judicial que favorecía a Macri. Curioso comentario de alguien que acaba de recibir a los Reyes Magos: Melchor Hotesur, Gaspar Los Sauces y Baltazar Memorándum.
Esta es la estatura intelectual y moral de Cristina, quien se autopercibe como el cuadro político más importante de los últimos 50 años, completando el panorama con un “presidente” que el viernes dijo por cadena nacional que vamos fenómeno.
Así estamos, con medio país pobre, 50% de inflación, miles de muertos por mala praxis en la compra de vacunas, décadas de atraso y líderes que empujan hacia la confrontación civil.
Por eso, amigo lector, nuestra principal responsabilidad como ciudadanos es marcarle la cancha a nuestros dirigentes y llevarlos por el buen camino, aunque sea a patadas en el orto. No queda otra.
Va a costar pero los vamos a terminar sacando buenos.
Mientras tanto, cuidémonos del Covid, de los inútiles, de los fanáticos y también del colesterol.
Ojo con el lechón, el alcohol o el kirchnerismo. Nunca se sabe por dónde arranca la desgracia.
Le deseo lo mejor para usted y los suyos en el 2022.
Termina el año, pero acá seguimos. Esta página no se va de vacaciones. No somos como unos que yo sé.
Felicidades para todos y todas