Se acelera la amenaza del “Glaciar del Juicio Final” y podría empezar su colapso en pocos años
El glaciar Thwaites también es conocido como el Glaciar del Juicio Final por su potencial aporte a la subida del mar.
Con la superficie de Gran Bretaña, Thwaites, en la Antártida, se ganó el apodo del "Glaciar del Juicio Final": su colapso podría significar un cambio drástico del nivel del mar y catástrofes e inundaciones por todo el planeta. Es por ello que los científicos llevan años observando su comportamiento, para predecir su evolución.
Y las últimas estimaciones no aportan datos positivos: un bloque de hielo que está frenando su derretimiento y que actúa como una suerte de 'barrera', podría romperse en tan solo cinco años, provocando nuevas fracturas en Thwaites que hagan que se desprenda, provocando un importante incremento del nivel del mar a nivel global.
Esta es la conclusión a la que llegó "International Thwaites Glacier Collaboration" (ITGC), un equipo de casi 100 investigadores financiado por la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. y el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido tras investigar el glaciar y el océano adyacente durante un lustro.
Desde la década de 1980, se calcula que Thwaites perdió 595.000 millones de toneladas de hielo, contribuyendo, desde es momento y por sí solo, a la subida anual del nivel del mar en todo el mundo. El ritmo de la pérdida del hielo del glaciar se aceleró sustancialmente en las últimas tres décadas debido a los ríos de agua cálida de mar ocultos que atraviesan la parte inferior del glaciar y al cambio climático que calienta el aire y el océano.
El trabajo, que fue presentado esta semana en un encuentro especializado que se celebra en Nueva Orleans (Estados Unidos), reveló cambios importantes en el hielo, el agua circundante y el área donde se apoya en la tierra.
"Thwaites es el glaciar más ancho del mundo", afirma en un comunicado Ted Scambos, científico investigador principal del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES) y responsable del consorcio internacional-. Duplicó su velocidad de salida en los últimos 30 años, y el glaciar en su totalidad contiene suficiente agua para elevar el nivel del mar en más de 50 centímetros. Y podría llevar a un aumento aún mayor, de hasta más de tres metros, si arrastra a los glaciares circundantes». Es decir, que Thwaites es una gran amenaza a corto plazo.
Thwaites se encuentra en la Antártida occidental y atraviesa un tramo de 120 kilómetros de costa helada. Un tercio del glaciar, a lo largo de su lado este, fluye más lentamente que el resto, ya que está 'contenido' por una plataforma de hielo flotante, una 'montaña submarina' que frena su flujo. Sin embargo, este 'cinturón de seguridad' "no durará mucho", afirma Erin Petitt, profesora asociada de la Universidad Estatal de Oregon.
En el fondo, el agua del océano más cálida que circula debajo del lado oriental flotante está atacando a este glaciar desde todos los ángulos, según descubrió su equipo. "Este fenómeno está derritiendo el hielo directamente desde abajo y, al hacerlo, el glaciar pierde su control sobre la montaña submarina. Se formaron enormes fracturas que están creciendo, acelerando su desaparición", afirma Pettit. "Esta extensión flotante del glaciar Thwaites probablemente sobrevivirá solo unos pocos años más".
Los datos no son nada alentadores porque estipulan que si el glaciar Thwaites se derrumbara por completo en el océano, el nivel del mar subiría entre 50 y 65 centímetros. Esta hipotética situación devastaría a las comunidades costeras de todo el mundo, que quedarían sumergidas bajo el agua.
Los científicos agregaron que sin el glaciar que tapona como el corcho de una botella el borde de la capa de hielo de la parte occidental de la Antártida, la pérdida de hielo podría acelerarse de manera drástica en toda la región y provocaría el inmediato aumento del nivel del mar en una escala sin precedentes.
La confirmación del robot
En abril de este año, los científicos descubrieron que el suministro de agua caliente al glaciar es mayor de lo que se pensaba, lo que hace temer un derretimiento más rápido y una aceleración del flujo de hielo.
Con la ayuda del submarino Ran, sin tripulación, que se abrió paso bajo el frente del glaciar Thwaites, los investigadores realizaron una serie de nuevos descubrimientos, que publicaron en la revista ‘Science Advances’.
El sumergible midió, entre otras cosas, la fuerza, la temperatura, la salinidad y el contenido de oxígeno de las corrientes oceánicas que pasan por debajo del glaciar.