En el tramo final de la discusión de la ley de presupuesto 2022 en la Cámara de Diputados, la oposición de Juntos por el Cambio presentó este miércoles su dictamen de rechazo por considerar que la iniciativa oficial presenta proyecciones macroeconómicas poco creíbles e inconsistentes, además de disponer ajustes en el gasto sin justificación.
El dictamen opositor se presentará esta tarde en la Comisión de Presupuesto, que preside el oficialista Carlos Heller. En esa instancia, el bloque del Frente de Todos dará a conocer las modificaciones que incorporará en el texto del proyecto, las cuales fueron negociadas con los gobernadores del PJ y sus legisladores en el Congreso.
Dichos cambios no alterarán los principales supuestos macroeconómicos previstos por el Ministerio de Economía: 33% de inflación para 2022, crecimiento del PBI del 4%, déficit primario del 3,3% y un tipo de cambio de 131 pesos por dólar.
“El proyecto 2022 muestra reducciones sin sustento de la inflación y la depreciación, menores gastos en subsidios sin justificación, y un esquema de financiamiento poco creíble e inconsistente con la estabilidad macro –alega en su dictamen el principal bloque opositor-. De septiembre a hoy (cuando fue presentada la iniciativa), con elecciones en el medio, la evolución de la macro y las decisiones de política económica del gobierno hacen que el proyecto 2022 luzca todavía menos creíble que cuando fue presentado”.
Entre los puntos más destacados del dictamen de rechazo de Juntos por el Cambio figuran los siguientes:
Negociación con el FMI. “No luce prudente discutir esta Ley cuando está en ciernes un acuerdo con el FMI que será discutido por el mismo Congreso y del cual no se sabe si este presupuesto tendrá consistencia con dicho acuerdo”.
Inflación. “La pauta del 33% es significativamente inferior a la mediana de las estimaciones privadas reflejadas en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que en la última publicación de diciembre era de 52,1% para diciembre de 2022″.
Tipo de cambio. “El mensaje de elevación estima niveles del tipo de cambio hacia fines de 2022 (131,1 ARS/USD) que implicarían que se continúe atrasando el tipo de cambio durante todo el año. También esto difiere de las expectativas. El mercado de futuros refleja una cotización de 155 ARS/USD para noviembre de 2022, consistente con un nivel de 160 ARS/USD para diciembre. El REM refleja una mediana de 161 ARS/USD. De verificarse la cotización planteada por el presupuesto, el tipo de cambio real se ubicaría por debajo de los niveles que desataron la crisis de confianza del año 2018 y en un nivel cercano al insostenible de fines de 2015″.
Inconsistencias: “Es inexplicable la suba de los valores exportados prevista de 6% con la proyección de un atraso cambiario adicional de 4% y las caídas en los precios de las materias primas, con una contribución de -1,5%. El mensaje también prevé un crecimiento real de las contribuciones a la seguridad social de 17% que es incompatible con el crecimiento del PIB real de 4% que se estima. Estas inconsistencias son, de cualquier forma, secundarias a la severa subestimación de la inflación”.
Financiamiento del déficit. “Se prevé una asistencia neta del Banco Central al Tesoro vía Adelantos Transitorios de 1,8% del PIB. Ese nivel de financiamiento monetario es inconsistente con las proyecciones de desinflación sostenida para el año 2022 y siguientes”. “Generó dudas la inclusión en el presupuesto una asistencia neta de organismos internacionales por por 12.600 millones de dólares, lo cual, de acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso, era sustancialmente superior a lo recibido en los últimos años”.
Más impuestos. “No podemos convalidar tampoco lo dispuesto por los artículos 80, 81, 82 y 85. Los artículos 80 y 81 disponen la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2024 de la alícuota del 3% de la Tasa de Estadística y los límites actuales a las facultades acordadas al Poder Ejecutivo respecto de los derechos de exportación. El artículo 82 amplía temporalmente la facultad del Poder Ejecutivo de modificar las alícuotas sobre los bienes situados en el exterior, en el marco de la Ley de
Impuesto a los Bienes Personales. Estos artículos, en definitiva, implican seguir sosteniendo la ya elevada presión tributaria para el contribuyente a expensas de facultades delegadas, que son propias del Congreso”.