Fue a una cita de Tinder, cayó en un culto sexual y apareció en 14 pedazos: el crimen de Sydney Loofe
Una joven fue seducida por otra mujer y terminó en un infierno. El estremecedor asesinato que sacudió a Estados Unidos.
Para la noche especial, Sydney Loofe, de 24 años había elegido una chaqueta blanca y una camisa color crema. Tras mirarse una y otra vez en el espejo y revisar su maquillaje, la joven se tomó una selfie que compartió en Snapchat con la leyenda: "Lista para mi cita". Jamás imaginó que su cita de Tinder terminaría de la peor manera.
Sydney sonreía para la cámara y parecía emocionada. Incluso había agregado un emoji de ojos de corazón. Sus seres queridos sabían que ella había luchado contra una depresión, pero siempre estaba tratando de mantener una actitud positiva.
Un tatuaje en su brazo era todo un símbolo: "Todo será maravilloso algún día". Y el nuevo romance llenaba de esperanzas a esta chica de Nebraska, en Estados Unidos.
Cita con otra chica de Tinder
Sydney vivía en Lincoln, la capital y segunda ciudad más poblada del estado, donde trabajaba como cajera en una ferretería. Sus padres George y Susie vivían a tres horas de distancia, pero mantenía una comunicación diaria y se reunían con frecuencia.
Era el 15 de noviembre de 2017 cuando la muchacha le contó a sus amigos que había conocido a una mujer llamada Audrey en Tinder, reconstruye e informa Mirror. Incluso les mostró cómo lucía en una foto para las típicas opiniones.
Les confesó que estaba entusiasmada, porque dos días antes había dado el primer paso simplemente para conocerla. Y ahora el momento de una segunda cita, en este caso la más importante.
La mañana siguiente, tanto sus amigos cercanos como sus compañeros de trabajo esperaban ansiosos conocer los pormenores del encuentro. Pero Sydney no se presentó en la ferretería y tampoco respondía los mensajes de sus padres. Más allá de lo que puede deparar una noche de citas, comenzaron a preocuparse y fueron a buscarla a su departamento.
Al llegar a la propiedad encontraron a su gato hambriento. Sydney jamás hubiera descuidado a su fiel mascota Mimzy. Su automóvil continuaba allí y su celular apagado. Fue cuando terminaron de confirmar que algo malo había sucedido y fueron a hacer la denuncia a la Policía.
Desaparición e investigación policial
De acuerdo a la Policía, la última vez que el teléfono estuvo encendido fue en Wilber, a unos 56 kilómetros de distancia. En medio del desconcierto inicial se especuló con que Sydney hubiera sido secuestrada. Fue cuando sus padres hicieron una emotiva súplica pública por su regreso sana y salva.
Los investigadores se centraron en la pista de la cita por Tinder. Rastrearon el número telefónico hasta llegar a Audrey, quien efectivamente confirmó su encuentro con Sydney pero dijo que la había dejado en la casa de un amigo después. Aunque no recordaba en qué lugar exactamente.
Sin embargo, algo llamó la atención de la Policía. Audrey respondía con monosílabos, se mostraba poco empática y reacia a compartir detalles básicos propios. Finalmente se descubrió que su nombre no era tal, sino que se llamada Bailey Boswell, entonces de 23 años, y que vivía con su novio mayor Aubrey Trail, de 51, en Wilber.
Las líneas de averiguaciones llevaron a descubrir que Boswell había estado usando un móvil diferente para enviar mensajes a Sydney, y tanto ese teléfono como el de su pareja Trail y el de la víctima condujeron a los oficiales a casi unos 100 kilómetros al oeste de Wilber.
Aterrador hallazgo del cadáver desmembrado
El 4 de diciembre llegó la peor noticia: el hallazgo del cuerpo de Sydney. Pero con la particularidad de que había sido desmembrado en 14 pedazos, metidos en bolsas de basura que arrojaron en zanjas de un campo cerca de Omaha, en Nebraska
La crueldad llegó al punto de que algunos de sus órganos y partes del cuerpo nunca fueron hallados. Se supo finalmente que la causa de la muerte fue asfixia y ella se había resistido hasta el final.
También se comprobó que tenía el lóbulo de la oreja desgarrado, hematomas en las muñecas, la parte interior de los muslos y la cabeza.
Una pareja siniestra
Boswell y Trail resultó ser una pareja tan inquietante como siniestra. Ella lo había conocido a él por un anuncio en línea de masajes. Tenía una hija pequeña cuya custodia había perdido.
Trail y Boswell se mudaron juntos a un sótano en Wilber allá por mediados de 2017 y comenzaron a obtener dinero a través de estafas a comerciantes de antigüedades.
La pareja disfrutaba del sexo grupal con otras mujeres, a quienes conocían a través de la aplicación Tinder. Trail les contaba historias sobre "ganar poder" matando gente. Justamente la Policía determinó que Boswell había atraído a Sydney a una trampa y había sido asesinada, divulga la prensa en su momento.
Antes de la mortal cita, imágenes de vigilancia mostraron a Trail y Boswell compraron herramientas y lejía. La pareja fue arrestada en junio de 2018 y acusada del asesinato de Sydney.
Sexo, mentiras y versiones
Las declaraciones de Trail fueron variando y mostrando su perfil mitómano. Primero le había dicho a un periódico local que Sydney había aceptado formar parte de una fantasía sexual con él y otras dos mujeres. Y forcejeo va acción viene, algo se había tensado alrededor del cuello de Sydney, Mientras, especificó, Boswell se había desmayado por las drogas en otra habitación.
Trail también les remarcó a sus abogados que había tenido una "fiesta sexual" solo con Boswell y Sydney. Y que esta última estaba esposada, él la estranguló con un cable eléctrico en busca del éxtasis y la mató.
Sin embargo, durante el juicio de 2020 en la sala del Tribunal, Trail volvería a cambiar su versión de los hechos.
Los fiscales concluyeron que la perversa pareja había planeado matar a alguien antes de encontrar a Sydney en Tinder. Boswell se conectaría con la mujer después de que ella y Trail eligieran un objetivo juntos al buscar en las redes sociales.
Incluso habían determinado que Sydney sería ideal, dado que vivía a 240 kilómetros de su familia, razón por la cual su desaparición demoraría un tiempo prudencial en salir a la luz.
Horas antes de la muerte de Sydney, Trail y Boswell estaban comprando las herramientas y suministros utilizados para desmembrarla. Todas evidencias que los ponen en la mira por el crimen.
Confesión
Trail se enfureció con el fallo de culpabilidad de su novia: "¡Bailey es inocente y los maldigo a todos!", gritó antes de recurrir a un cuchillo para intentar cortarse la garganta. De hecho, terminó perdiéndose la mayor parte de su propio juicio.
La defensa de la pareja argumentó que Sydney había aceptado ser filmada haciendo “asfixia sexual” a cambio de dinero. Pero una vez más el hombre de más de 53 años sorprendió a su propio equipo legal en el estrado al admitir que también era una mentira.
“Solo estábamos Bailey, Sydney y yo aquella noche. No había otras dos chicas allí. No se pagaron 15,000 dólares por una fantasía sexual”, aseveró Trail, quien se encargó de resaltar que el asesinato de Sydney no había sido planeado, pero sí que ella se había asustado cuando la "invitaron" a unirse a su círculo sexual y actividades delictivas.
Como no podían quedar en evidencia ni dejar cabos sueltos, cuando la joven se resistió Trail la mató y la desmembró con una sierra para "proteger" su estilo de vida.
Vampiros, asesinatos y delitos
Respecto a sus prácticas, tres testificaron sobre haber sido atraídas al culto sexual de Trail y Boswell a través de Tinder entre junio de 2017 y la muerte de Sydney, en noviembre. Tan desopilante como siniestro, Trail afirmó que era un vampiro que podía volar y leer mentes. Y podrían obtener más "poderes" matando a la gente, incluso más si los torturaban primero.
Las mujeres tendrían sexo con Trail y Boswell a cambio de una retribución monetaria mensual, que incluía la colaboración en las estafas comerciales de antigüedades. A él debían llamarlo "papá" y a Boswell "La reina bruja".
Había reglas estrictas y si no se respetaban aparecían los castigados como bofetadas o ser ahorcados con un cinturón. Cuando una mujer abandonó el culto sexual, la amenazaron con matar a su familia si revelaba los secretos con alguien.
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La hora de la sentencia ?
La pareja fue declarada culpable de asesinato en primer grado, conspiración criminal para cometer asesinato y disposición indebida de restos humanos.
Frente a tres jueces, en junio último, admitió el crimen de Sydney, aunque insistió en que no fue premeditado. La terminó matando porque le preocupaba que fuera en busca de la Policía, amplía el medio británico.
"No pediré perdón porque no creo que exista tal cosa. He hecho cosas terribles en mi vida, pero esto es lo único que hice de lo que realmente me arrepiento", finalmente destacó Trail.
De todos modos el Tribunal mostró evidencias de una planificación "fría y calculada", y resaltó que incluso se había jactado del asesinato y después bromeó con que había bebido la sangre de Sydney. También que desmembrar su cuerpo fue para satisfacer su “curiosidad intelectual y sexual”.
Trail y Boswell fueron sentenciados a pena de muerte, aunque con esta última hubo un punto de vista distinto: un juez no estuvo de acuerdo con la pena de muerte, por lo que Boswell fue sentenciada a cadena perpetua sin libertad condicional. Los abogados expresaron que apelarán el fallo.