Otra ruptura radical: dos diputados de Gustavo Posse dejaron Juntos por el Cambio
Posse es aliado de Martín Lousteau. Sus diputados no integrarán el interbloque de JxC y permitieron que el Frente de Todos se quede con la primera minoría.
Como una saga de la escisión en el bloque UCR del Congreso Nacional, impulsada por Martín Lousteau. en la Legislatura bonaerense una minipartición en la misma bancada devuelve al Frente de Todos el ejercicio de la primera minoría en la Cámara de Diputados.
No es un galimatías político. Son números. Hasta el fin de semana, el oficialismo tenía 41 legisladores. Juntos por el Cambio, que integra el radicalismo, 42 butacas. Pero, este lunes los diputados Walter Carusso y Martín Rodríguez Yelpo, quienes responden al intendente Gustavo Posse (San Isidro), decidieron no integrar JpC y armar Cambio Federal. Resultado: la ecuación determinó que la principal fuerza de oposición quede relegada a segunda minoría, detrás del la coalición gobernante.
En el Senado, están en equilibrio con 23 representaciones cada uno. Aunque la vicegobernadora Verónica Magario desempata, llegado el caso, por voto doble. Aquí, la conformación parlamentaria opositora perdió mayoría, aún con la victoria en siete de las ocho secciones electorales. Y en Diputados. la perfomance del 14 de noviembre tenía premiación con los 43 asientos. Desde ahora, esa divergencia de criterio, argumento utilizado en estas horas como subterfugio que intenta eludir el problema; una guerra interna de poder con posicionamientos para 2023.
“Los discursos no son iguales porque no somos iguales. Este es el fin de cinco años de sumisión y servilismo”, dijo Posse luego de conocida la novedad. No pasaría desapercibida la actitud secesionista del alcalde. El Foro de Intendentes Radicales evalúa revisar su comportamiento. Coligen, aún sin probanzas, que acordó "trato diferencial" con el tándem Martín Insaurralde (Gabinete) y Federico Otermín (a cargo de la Cámara).
La fractura provincial deriva de otra competencia mayor. Afloró en la sesión preparatoria de la Cámara de Diputados de la Nación. La conducción orgánica del radicalismo decidió reelegir al cordobés Mario Negri al frente del bloque partidario, que tiene 33 miembros de 15 provincias. La reacción sobrevino del espacio Evolución, conducido por el senador porteño Martín Lousteau. Inmediata separata. Los emigrados resultaron 12, con Rodrigo De Loredo, otro cordobés, al mando de la bancada rebelde.
La partición de voluntades provocó el enfrentamiento directo entre Gerardo Morales y Lousteau. No es un eufemismo, en una reunión partidaria, casi hubo trompis, Voló un vaso con impacto de caída sobre una mesa. Las esquirlas cortantes pegaron en el pecho del presidente del partido, Alfredo Cornejo.
Los alistamientos no son azarosos. En el batallón de Morales están Ernesto Sanz, el gobernador correntino Gustavo Valdés, el senador Luis Naidenoff (Formosa), entre otras espadas importantes. Lousteau está acompañado de Emiliano Yacobitti (CABA), que es decir Enrique "Coti" Nosiglia, y De Loredo como propietario del mayor caudal de votos de este agrupamiento .
Los hechos van detrás de los nombres. En la Legislatura provincial los sublevados fueron a la interna por la conducción. Posse contra el oficialismo del Comité. Perdieron. Maximiliano Abad, respaldado por Mortales, Sanz and company, fue electo presidente de la UCR. El mismo "Maxi" preside el bloque de Juntos por el Cambio en la Legislatura. A él le desconocieron la representatividad. Claro, por orden de Posse. La pelea es circular.
Como este viernes intentarán hacer con Morales el senador Lousteau, Yacobitti y Loredo. El gobernador de Jujuy dice tener 60 de los 96 delegados habilitados para votar al nuevo presidente radical. Es improbable que se armen dos listas. El actual, Cornejo, propugna una lista de unidad entre las balas de fogueo. Nadie desestima que el entuerto termine en una presentación en la Justicia por supuestas irregularidades en la nominación de los delegados.
"Hay dos provincias intervenidas (Santiago del Estero y Tucumán), dos con mandatos vencidos (Santa Cruz y Formosa) y una judicializada (la provincia de Buenos Aires)", insistieron en las cercanías de Lousteau. Consideran que ninguno de esos delegados estaría en condiciones de votar el viernes (son cuatro delegados por provincia). "Si votan quienes no están en condiciones de hacerlo, la impugnación es una posibilidad, pero se trabaja sin pensar en ruptura", aclararon por las dudas.
El ámbito judicial, muchas veces, es la terminal de los conflictos políticos irresueltos. Hasta los estrados amenaza con llegar Yacobitti por la última elección de la Juventud Radical. Su sector perdió con la candidata Valeria Pavón, promocionada por Valdés. "Si la renovación es romper o mandar la patota, entonces debieran reflexionar y no hacer el daño que están haciendo", cuestionó entonces Morales.
“Una enorme porción de la UCR está muy cómoda siendo minoría", responde Lousteau. Pretende cambiar ese aparente formato político. Por ahora, por paradoja apenas, en su propio camino de minoría dentro del mismo partido.