Con conducta 10, trabajo y en plazo, le niegan salidas anticipadas a un abusador suarense
Alberto Horacio Gómez, condenado en 2014 a 12 años de prisión, cumplió los términos temporales para obtener el beneficio pero igualmente seguirá en la cárcel porque admite su crimen y asegura ser víctima de una venganza de la madre de la niña violada
Todo condenado a un delito, por más aberrante que sea, tiene derecho a recuperar la libertad una vez cumplida la pena.
Como la sanción de prisión tiene la finalidad de la reinserción social, muchos de ellos van obteniendo beneficios que les permiten libertades temporarias o beneficios excarcelatorios con el objetivo de lograr esa incorporación progresiva y afianzar lazos familiares, sociales o laborales.
Sin embargo, no todos están habilitados más allá de que cumplan los requisitos temporales.
Es el caso de Alberto Horacio Gómez, sentenciado a fines de 2014 a 12 años de cárcel por la violación de una menor en Coronel Suárez.
Cumplida la mitad de la pena ya estaba en condiciones temporales de obtener salidas (hubo una reforma al Código Penal para impedir beneficios por delitos graves, pero fue posterior a este caso).
Y además carece de antecedentes, tiene conducta ejemplar 10 en la cárcel y no cuenta con sanciones disciplinarias, está incluido en un espacio laboral, realiza actividades deportivas y su hermana aceptó recibirlo en las salidas.
Sin embargo, el juez de Ejecución Penal N° 1, Claudio Brun, rechazó esa posibilidad y la Cámara Penal, hace algunos días, confirmó la medida ante la apelación de la defensa.
El abogado de Gómez, Fabián Cornejo, aseguró que se estaban vulnerando los preceptos básicos en favor de cualquier detenido, que la resolución era arbitraria y que no existe exigencia legal que habilite al juez a analizar las condiciones personales de los internos al momento de tomar este tipo de decisiones.
No se hace cargo
La Sala I de la Cámara, con los votos de los jueces Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri, desestimó los argumentos y mantuvo a Gómez en prisión.
Si bien reconocieron que el plazo temporal está cumplido, que no tiene otra causa abierta que importe detención y que adquirió un buen concepto dentro del penal, el Departamento Técnico Criminológico desaconsejó su salida y esas consideraciones "devienen un obstáculo" para la concesión de su libertad anticipada.
¿Qué marcaron? que sigue sin "hacerse cargo" del delito cometido, con marcadas limitaciones a la autocrítica, con "componentes de impulsividad y una modalidad de satistfacción ligada a la transgresión".
La evaluación del psicólogo de la Asesoría Pericial Departamental también concluyó en Gómez un "posicionamiento exculpatorio", al creer que está detenido "por un complot" organizado por la madre de la menor.
Otro informe, de marzo de este año, señaló que, desde el punto de vista psiquiátrico forense, existe "un riesgo moderado" de violencia volviendo a la libretad.
"Es decir que en el medio libre no se puede descartar que se puedan producir conductas como los hechos que lo condenaron", se aclaró.
En consecuencia, la Cámara entendió que no es arbitrario el dictamen, ya que tiene respaldo en otros informes profesionales, por lo cual ratificaron la medida y rechazaron las salidas.
Lo descubrió la madre
En el fallo, dictado a fines de 2014, la jueza Fortunatti consideró acreditado el delito y detalló que los hechos sucedieron en un galpón de la calle Sáenz Peña, en Coronel Suárez, desde que la niña tenía 7 años.
El último de ellos se habría registrado el 24 de diciembre de 2013, en oportunidad que el aberrante accionar fue descubierto por la madre de la niña.
Según la denuncia, el acusado se sorprendió al verla y la niña corrió a sus brazos. Dijo que el hombre no la dejaba salir del lugar aunque lo golpeó, pudo escapar por una ventana y pedir auxilio.
Mediante la cámara Gesell, la víctima confirmó los hechos y dijo que se repitieron "muchas veces" porque Gómez la amenazaba con matarla con un palo si contaba algo.
Una médica pediatra que la examinó notó "abuso de larga data" y una psicóloga comunicó que la niña presentaba una actitud "reticente y reservada", pero que no tenía conductas fabulatorias.