Familiares y amigos de Luciano Olivera, el adolescente de 16 años asesinado de un balazo en el pecho por policías, comenzaron a manifestarse esta tarde en el centro de la ciudad balnearia de Miramar. El objetivo era pedir justicia por el crimen del menor y en contra del gatillo fácil. Sin embargo, al llegar a la comisaría, se desarrollaron nuevas manifestaciones. Bombas molotov y cascotes fueron parte de la tarde de protestas.
Cerca de las 19 horas, personas que se manifestaban por el crimen de Luciano se enfrentaron a efectivos de la Policía en la puerta de la comisaría. "Que sepan lo que es Miramar, que sepan que hay gatillo fácil", dijo uno de los jóvenes a un móvil de televisión que cubría la marcha.
En concreto, algunos de los manifestantes, en especial jóvenes, comenzaron a arrojar piedras hacia los policías durante algunos minutos. En tanto, los efectivos de seguridad dispararon balas de goma a la multitud. También se escuchó la explosión de una bomba molotov.
Para el secretario de Derechos Humanos de Miramar se trató de una "situación lamentable". "Un grupo se separó de la marcha para venir cerca de la Policía. Es lamentable la represión y todo lo que sucede".
Una manifestación pacífica
Si bien se había convocado a la marcha a partir de las 17, media hora antes los participantes de la manifestación empezaron a concentrarse en inmediaciones de la plaza céntrica de Miramar, en la esquina de calle 21 y 26. Con aplausos incesantes que se prolongaron por más de 10 minutos, familiares y amigos de la víctima exhibieron una gran pancarta con la leyenda “Justicia por Luciano Olivera. Basta de gatillo fácil”.
La manifestación en su mayoría estaba compuesta por adolescentes, y una de ellas le contó entre lágrimas al canal TN que era “amiga” de Luciano desde “chiquitos” y que se le “partió el alma” esta mañana al enterarse del crimen. Con el correr de los minutos y sin dejar de aplaudir, comenzaron los gritos de “asesinos” e insultos de todo tipo a la Policía.
Está previsto que los manifestantes luego se movilicen unas cinco cuadras hacia la comisaría de Miramar, donde esta tarde ya se encuentran unos 50 policías de infantería apostados para resguardar el lugar, del que también fueron retirados todos los patrulleros por prevención.
El crimen
Un adolescente de 16 años identificado como Luciano Olivera fue asesinado por un policía en la localidad balnearia de Miramar. Según los primeros relatos, el adolescente iba en moto y trató de eludir un retén policial, por lo que habría sido perseguido por un agente que le disparó y lo mató.
El hecho sucedió en la madrugada del viernes, pasadas las tres de la mañana, y los primeros trascendidos indican que el propio policía, que ya fue detenido, confesó que se le "escapó" un disparo. Al recibir el disparo en el pecho, el joven cayó gravemente herido y cuando llegaron los médicos de la ambulancia convocada al lugar ya había fallecido.
Los amigos del chico aseguran que "se asustó y se fue" cuando vio que al frente había un control policial que le indicaba que se detuviera. Además, indicaron que hubo una breve persecución.
El testigo se identificó como Alexis y contó que esta madrugada, cerca de las tres, cuando acababa de llegar a su cada situada en la avenida 9 y la calle 34 escuchó las detonaciones. "Llegué y ni bien cierro la puerta se escuchan dos disparos, ni una sirena, ni una voz de alto", contó el joven al canal C5N.
"Pensé que era un choque y nos metemos adentro con mi novia y se acerca un policía bastante nervioso que grita 'qué hiciste, los mataste, llamá a la ambulancia", relató.