Sala completa
Como pocas veces luego de una elección de medio término la sala de sesiones del Concejo deliberante resultó chica para contener a todo el público que se hizo presente para presenciar la asunción y jura de los nuevos concejales
Un periodista precoz
Causó simpatía la presencia de un niño que se ponía junto a los periodistas presentes ene l recinto y con su teléfono tomaba las fotos del juramento de cada nuevo concejal.
Luego se supo que era el hijo de la concejal de Juntos Valería Negrín. Un gesto tierno que vino bien
La barra de Roberto Fernández
Por la mitad de la sala se ubicaron desde bastante temprano un grupo de personas que claramente no eran de Coronel Suárez.
Se supo luego que habían sido convocados desde el sector de tresarroyenses que lidera el “Cuto” Moreno, un eterno habitante peronista del poder, en círculos siempre muy cercanos al poder máximo del kirchnerismo, siendo Roberto Fernández uno de sus alfiles, quien habría movilizado ese grupo de 15-20 personas al recinto suarense para ovacionar a Flavio Diez.
Huanguelén presente
También Diez movilizó a su gente de Huanguelén, la que se hizo notar con gritos y un gran cartel con el nombre de la localidad que representaban.
Pocos funcionarios
El jefe comunal Ricardo Moccero llegó acompañado por su secretaria privada, Estefanía Vallejos, y se ubicó al centro de la primera fila, donde se habían sentado desde temprano la Jefa de Prensa y el concejal mandato cumplido Rubén Garay. Si bien hubo algún que otro funcionario, quedó claro que la derrota caló hondo y los funcionarios presentes fueron muy pocos en comparación con otros actos en los que el moccerismo asumió sus cargos victorioso.
La picardía de Mauro
Cuando comenzó a debatirse la nominación del nuevo presidente, sorpresivamente el presidente de la banca oficialista, Mauro Moccero, pidió la palabra y nominó a la concejal de Juntos Valería Negrín.
}Entre quienes no conocían lo que ya había resuelto la bancada de Juntos, la propuesta produjo cierta sorpresa y preocupación que luego la misma Negrín desestimó.
Pero la picardía estuvo, aprovechando los pormenores de los debates internos de la lista ganadora.
Por Huanguelén
El concejal de Juntos Ezequiel Filipuzzi juró también por su familia y por Huanguelén, recibiendo el apoyo de los huanguelenenses presentes.
Por los municipales
A la hora de las juras no hubo muchas variables fuera de lo normado por las reglas y casi todos juraron por la consabida fórmula de Dios, la Patria y los Santos Evangelios. Pero el mayor aplauso los recogió María José Lacoste al jurar por los empleados municipales. Al estar presentes los miembros del Sindicato ese juramento recibía fuerte aprobación de ese grupo sindical y una cara no muy festiva del intendente Moccero.
Un calor insoportable
La enorme cantidad de gente dentro del recinto y un clima húmedo y caluroso se unieron para provocar una atmósfera irrespirable en la sala.
Para colmo, no hay aire acondicionado y la mayoría de los ventanales que dan a la plaza no andan y no se pueden abrir.
A Fabián González no le sobró nada de Presupuesto para hacer estos arreglos mínimos e indispensables en un edificio histórico.
Y cantaron la marchita
Cuando Flavio Diez, con sus dedos en V y sus brazos en alto se acercó al estrado para jurar como concejal, la barra que lo apoyaba comenzó a los gritos y aplausos y luego de que el concejal jurara, después de muchos años se escucharon en la sala los consabidos acordes que comienzan con “Peron Peron que grande sos, mi general cuanto valés…”.