Flavio Diez fue un joven que con sacrificio logró recibirse de abogado y escribano, estudios para los que recibió ayuda de sus contactos políticos, a los que respondió con seriedad y compromiso.
Nacido a la política bajo el ala de Hugo Bilbao, quien le abrió las puertas en La Plata, Diez ocupó diferentes cargos políticos a lo largo de su vida en La Plata, y pese a ser profesional no se conoce que haya trabajado en el ámbito privado, por lo cual su sustento serían los sueldos oficiales que la política le abona.
Uno de sus cargos fue ser secretario privado en la Subsecretaría de Asuntos Municipales en el Ministerio de Gobierno, donde habría trabado una fuerte relación con el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, un barón del Conurbano muy sospechado por algunos actos de presunta corrupción, manejos poco claros de fondos públicos, como el posible uso para otros fines de los fondos que Néstor Kirchner le habría otorgado para el Hospital El Cruce. Y en tres oportunidades, según es vox populi en esa zona del sur del Gran Buenos Aires. Varias veces denunciado en la Justicia, hasta Lilita Carrió le inició una causa por enriquecimiento ilícito.
Flavio Diez también fue secretario de Vicejefatura de Gabinete; secretario en el Astillero Río Santiago, cuando Bilbao fue interventor, relator de Asuntos Municipales; asesor legislativo de los exdiputados Darío Golía (actual vicepresidente de Trenes Argentinos) y Ricardo Moccero, intendente de Coronel Suárez.
Lleva 19 años trabajando en la Cámara, con sueldos más bien altos, aunque haya ingresado como cadete en 2002.
Actualmente es hombre de confianza de Federico Otermín, presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, con quien estuvo en Coronel Suárez en enero de 2021.
Y quien es Otermin
Por estas horas, Federico Otermin está casado con la flamante diputada nacional del Frente de Todos, Daniela Vilar, tambien lomense.
La “Negra” Vilar, es licenciada en Ciencias Políticas y una de las referentes de La Cámpora impulsada por el titular de la Cámara baja nacional y líder de esa agrupación, Máximo Kirchner.
Federico Otermin y Daniela Vilar también hacen un equipo del cual podría salir el sucesor de Martín Insaurralde, con la incógnita que impone el futuro incierto de la ley que prohíbe las reelecciones indefinidas. Daniela Vilar - Federico Otermin hacen una dupla que combina el peronismo con La Cámpora, una relación siempre compleja.
Justamente esa sintonía con la agrupación que encabeza Máximo Kirchner es una de las virtudes que lo llevaron a la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense. La buena relación quedó expresada en el tándem que conformó con el diputado provincial camportista Facundo “Moja” Tignanelli.
Por su parte, Daniela Vilar está a cargo de La Cámpora en Lomas de Zamora, fue concejal de ese distrito entre 2015 y 2019, y luego fue electa diputada nacional por la provincia de Buenos Aires en la lista del Frente de Todos. Es una de las referentes del ala de Máximo Kirchner en la Cámara baja nacional.
Precisamente allí está la relación de Flavio Diez con La Campora, a través de la esposa de su empleador, Federico Otermin, que le tiene gran estima al suarense y al que le consiguió el apoyo de los jóvenes camporistas.
Estos apoyos son de Lomas de Zamora, y fueron ellos los que lo acercaron al rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Diego Molea, un dirigente político fuertemente vinculado a La Cámpora, quien le prometió algunas carreras universitarias de menor relevancia para Huanguelén, noticia que si se concreta debe celebrarse.
Pero La Campora fue más allá y sería quien habría aportado los fondos para financiar la campaña de Flavio Diez, que comienza con varios vehículos ploteados, gigantografías con la cara del candidato en las rutas 67 y 85, y una foto a color de primera calidad en casi todas las esquinas de la ciudad, una inversión que supera ampliamente lo que acostumbran a invertir los partidos políticos en una elección legislativa.
Una vez llegó la Uocra y años después nos arrepentimos. Ojalá no se tropiece con la misma piedra.