Aunque públicamente se niegue, la fractura del Frente de Todos luego de las elecciones del próximo 14 de noviembre es una posibilidad cada vez más latente, especialmente ante las encuestas que pronostican una contundente derrota del oficialismo en las urnas. En caso que se cumpla este escenario, tanto la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como su hijo Máximo Kirchner barajan la probabilidad de romper con el peronismo y pasar a ser los opositores más duros del presidente Alberto Fernández.
En su editorial del programa La Cornisa, emitida anoche en el canal LN+, el periodista Luis Majul se hizo eco de esa hipótesis que comenzó a sonar con fuerza en los últimos días: "¿Puede estallar el Frente de Todos? Hay un clima muy enrarecido en el Gobierno. Están los pocos optimistas incurables que sueñan con una remontada épica en la provincia de Buenos Aires, y están los que hablan de un estallido del Frente de Todos en dos o varias partes, como una consecuencia de una probable derrota inédita con cifras de catástrofe: perdiendo por más de diez puntos a manos de Juntos por el Cambio a lo largo y ancho de todo el país, y perdiendo por primera vez desde 1983 el quorum en el Senado y donde Cristina todavía reina y gobierna".
"¿Cómo se plasmaría el estallido? Esto es fácil, ya se viene oliendo: con el divorcio definitivo entre los componentes de la fórmula presidencial contra natura. Con la posibilidad de que Cristina y los ‘chicos grandes’ de La Cámpora, incluido Máximo ‘Peligro’ Kirchner, pasen de ser gobierno directamente a la oposición sin escalas y empiecen a tirar piedras desde la clandestinidad", analizó.
Se trata de una hipótesis que primero reveló Carlos Pagni el lunes pasado en su programa Odisea Argentina y luego fue retomada por otros periodistas a lo largo de la semana, y que habla de la eventual salida del kirchnerismo del Frente de Todos y del armado de una estructura paralela que implique una fuerza de choque contra la gobernabilidad de Fernández.
En ese sentido, Majul aseguró que el objetivo de esa maniobra tendría como fin "conservar el capital simbólico o llegar despegados a las presidenciales del 2023, como si no fueran tan responsables del desastre como Alberto Fernández".
Pero también en el Gobierno se habla de otra hipótesis más inquietante todavía, añadió el comunicador: "Una que contemplaría la eventual renuncia del Presidente, renuncia que a su vez daría lugar a la alternativa uno: la asunción de Cristina Kirchner como presidenta. O en extremo, el llamado a una Asamblea Legislativa para elegir un reemplazante, como sucedió en diciembre del 2001".