“La camioneta estaba prendida fuego, pero ninguno pensó que el nene estaba adentro”
La abuela de la pequeña víctima, de 2 años, contó cómo advirtieron que el chico estaba adentro y qué tuvieron que hacer para sacarlo. El menor resultó intoxicado y con algunas quemaduras. Evoluciona bien y se espera una evaluación médica de las zonas que fueron afectadas por el fuego.
El nene de 2 años que ayer resultó herido tras iniciar un incendio en el interior de una camioneta estacionada en una vivienda del barrio San Miguel, evoluciona bien de las heridas y no sufrió lesiones respiratorias, aunque sí algunas quemaduras en el rostro y las manos.
“Es alentador el parte, pero tenemos que esperar a hoy, que lo tenía que ver la cirujana por las quemaduras que recibió”, le dijo a Telefe Noticias la abuela del chico, Mercedes.
El pequeño, que quedó encerrado en el habitáculo en llamas de la camioneta, sufrió intoxicación por inhalación de humo y quemaduras en ambas manos, la frente y una oreja.
Las vías respiratorias no sufrieron daños, según la evaluación de los médicos que lo atienden en el hospital Penna, donde está internado en la sala de terapia intensiva infantil.
Según relató la mujer, el domingo se desarrollaba un encuentro familiar en la vivienda de Bochard al 4.300.
Algunos chicos jugaban con una pelota en el patio mientras el nene de 2 años se metió a la camioneta.
“Es muy travieso, todos los días juega en la camioneta del abuelo. Todos los días (…) Y encontró algo para prender... cómo hizo no lo sé, realmente”, narró la mujer.
Un vecino advirtió que había llamas en el interior del vehículo y avisó a la familia.
“El vecino de al lado nos avisó que la camioneta estaba prendida fuego, pero ninguno pensó que el nene estaba adentro”, aseguró Mercedes.
La familia corrió al patio y vio que el vehículo estaba en llamas, pero el chico todavía no se veía.
“Cuando nos vio, empezó a gritar porque se ve que quiso salir pero las puertas se trabaron”, explicó la abuela.
Tras algunos minutos de angustia, el papá del chico y otro de los familiares, rompieron un cristal de la camioneta, abrieron la puerta y pudieron extraerlo.
Al principio, no pudieron determinar si el chico tenía lesiones porque tenía todo el cuerpo cubierto por el hollín que producía la combustión de los asientos.
Finalmente, trasladaron al menor al hospital, donde permanece internado, acompañado por sus padres.
Para la familia, fue una experiencia traumática, según refirió la abuela.
“Terrible... terrible... Un momento que no le deseo a nadie...”, aseguró, al borde de las lágrimas.