Un varón de 12 años; una niña de 11; otros dos varones, gemelos, de 10; otro de 9 y una nena de 7 años comenzaron a fines de julio un arduo proceso de adopción. Ellos son hermanos, viven en Salta y pidieron no ser separados, querían vivir todos juntos con una nueva familia.
"Tienen esperanza y ganas de que esto salga bien, a pesar de todo lo que han pasado, esto es de nuevo apostar y confiar en un adulto que los cuide”, revelaron del Gobierno de Salta a Clarín. Más de cien familias se comunicaron con el Registro de Adopciones de esa provincia a partir de la difusión del caso, y finalmente una fue elegida por la jueza a cargo.
“Estaban muy sorprendidos, porque la convocatoria salió en agosto y en octubre ya tenían una alternativa concreta, los más grandes no se lo esperaban”, comentó Matías Palomo, psicólogo del Registro de Adopciones salteño.
Al contarles la noticia a los chicos, uno de ellos preguntó, intrigado, "¿qué idioma se habla en Córdoba?"
Un camino que podía ser largo y sinuoso terminó siendo menos arduo de lo que esperaban. A partir de la nota que publicó Clarín contando el caso y la posterior difusión en canales de televisión y radios, una pareja de hombres de 51 años se vio movilizada por la historia y se decidió a postularse para ofrecerles un hogar.
Algo que habían planteado los chicos desde un principio, con la voz cantante del mayor, fue que no tenían preferencia por un modo de conformación familiar particular, porque entendían que existen distintos tipos de familias, y eran conscientes también de que limitarse a un solo tipo de familia achicaba sus posibilidades. También sabían, según dijeron, que “quizás un solo papá o una sola mamá se cansaría mucho con ellos, siendo seis”.
Cuando comenzó el proceso, en uno de los muchos encuentros con los hermanos, Palomo les llevó un mapa de la Argentina con la provincia de Salta pintada y les explicó que podría haber familias interesadas en ellos de cualquier punto del país.
“Los chicos planteaban la fantasía de que si fuera una provincia del sur podrían esquiar; si era cerca de la costa, podrían conocer el mar; imaginaban distintos escenarios. Ellos necesitan poder anticipar lo que va a ir sucediendo para pensarse en distintos escenarios”, contó el profesional. Finalmente, su hogar estará en la provincia de Córdoba, en un pueblo cercano a la capital.
Al contarles la noticia a los chicos, uno de ellos preguntó, intrigado, "¿qué idioma se hablaba ahí?" Y el alivio fue total al saber que era el mismo que en su provincia natal.
Si todo está en orden, a mediados de diciembre los chicos viajarían a Córdoba
"A raíz de la convocatoria y la difusión que tuvo en varios medios, recibimos más de 100 consultas de personas que llamaban pidiendo más información sobre cómo postularse. No tuvimos postulantes salteños, pero sí gente de otras provincias. De unas doce entrevistas de despeje que realizamos, fueron favorables solamente dos para la guarda de los seis hermanos. De estas dos familias se le mandaron los informes a la jueza, ella seleccionó a esta pareja de Córdoba y avanzamos en las evaluaciones”, relató Palomo en diálogo con este diario.
El vínculo con los chicos
La pareja adoptante viajó a Salta en septiembre, presentaron la documentación requerida por la Justicia, se sometieron a una pericia psicológica y tuvieron una reunión con un trabajador social.
A partir de allí se elaboró un informe para la jueza, quien fijó una audiencia para el jueves 21 de octubre. “Estaban muy emocionados los dos”, revelaron desde el Registro de Adopciones.
“La jueza dio el visto bueno y autorizó el inicio de la vinculación. Este jueves al mediodía se conocieron con los chicos, a los que ya habíamos preparado en los días previos y les avisamos que iban a conocer a estos nuevos papás”, relató Palomo.
El matrimonio se quedó en Salta hasta el domingo. Durante su estadía retiraban a los chicos a la mañana y los retornaban por la noche.
El proceso de vinculación sigue de forma virtual, mediante videollamadas diarias y en noviembre los nuevos papás volverán a Salta por una semana para alquilar una casa y pasar unos días con los seis hermanitos.
El Estado intervino en la vida de estos chicos en 2018, por la existencia en su familia de una situación de riesgo
“Si todo está en orden, a mediados de diciembre se les otorgaría la guarda y viajarían con los chicos a Córdoba, la idea es que terminen las clases en Salta”, anticipó el psicólogo que acompaña a los menores desde el comienzo del proceso.
Por sus edades, estos seis hermanos deberían estar en distintos hogares del Estado, pero hasta ahora están viviendo juntos en un "Pequeño Hogar", un dispositivo de la Secretaría de la Niñez salteña.
El Estado intervino en la vida de estos chicos en 2018, por la existencia en su familia de una situación de riesgo. Se intentó que volvieran con su familia biológica, para reconstituir el vínculo, que era lo que ellos querían, pero los intentos no dieron resultado y la Justicia los incluyó en el sistema de protección en 2019. Y en noviembre de 2020 salió su declaración de adoptabilidad.
Tras la decisión de la Justicia y al no haberse registrado una apelación de parte de sus progenitores, “la familia elegida tendrá una adopción plena”, explicó Palomo.
El primer encuentro
La primera vez que los seis hermanitos se encontraron con el matrimonio adoptante, “estaban muy demandantes, todos hablaban al mismo tiempo y les hacían miles de preguntas”.
Se trata de una familia sin hijos, por lo que la adaptación será por partida doble
“Trabajamos mucho en la ansiedad de esos primeros contactos. Ahora estamos en un proceso de construcción vincular. Por ejemplo, le pidieron al matrimonio si podían adoptar gatitos en la casa de Córdoba”, contaron.
Además, se le pidió a la pareja que les enviaran a los chicos fotos y videos de su casa y los alrededores, para que “los chicos de a poco puedan ir imaginando cuál va a ser su nueva vida”.
“El fin de semana que se conocieron, cuando tuvieron que despedirse del matrimonio transitaron un momento de gran angustia, porque tienen la idea de que los adultos aparecen y desaparecen. Y se sintieron muy bien cuando el lunes comenzaron a recibir videollamadas de ellos”, comentó el profesional.
Se trata de una familia sin hijos, por lo que la adaptación será por partida doble: los chicos a un nuevo hogar y ellos en un nuevo rol de padres.
Palomo contó que en los últimos años, esta pareja “fue familia cuidadora”, lo que implica vínculos transitorios. Y continuó: “No estaban inscriptos en el registro de adoptantes, pero las convocatorias públicas abren el juego a personas que no están inscriptas. Ellos se anoticiaron a través de la nota de Clarín y lo primero que hicieron fue contactarnos, y eso derivó en todo este proceso”.
“Realmente es un enorme esfuerzo para los niños, hacen un proceso adaptativo muy grande y deben dar un salto que implica adaptarse a otra familia, otra provincia y otra cultura. Tienen esperanza y ganas de que esto salga bien, a pesar de todo lo que han pasado, es de nuevo apostar y confiar en un adulto que los cuide”, cerró Palomo.
Los procesos de adopción
Según explicaron fuentes judiciales, si alguien está pensando que podría adoptar, debe contactarse con los organismos oficiales correspondientes. Y resaltan que un contacto inicial no implica obligación legal alguna y suele ser útil para despejar cualquier duda que haya.
“El concepto que queremos transmitir es que si alguien está previendo que puede postularse, mínimamente que se contacte, que no requiere ningún compromiso. Cuando se pide la entrevista de despeje, aun en esa instancia no hay obligación legal, sino es ordenar y filtrar”, amplió Palomo.
Las familias que se postulen para ser adoptantes deberán poseer una estructura material que le permita afrontar este compromiso de manera mínima suficiente, así como permeabilidad al acompañamiento profesional que necesariamente implica el proceso.
En el caso específico de la provincia de Salta, las personas que se encuentren interesadas en postularse pueden contactarse con el Registro de Adopciones de la provincia al correo electrónico a [email protected]. Para consultas telefónicas, la Secretaría Tutelar atiende en el 0387-425-8026, de lunes a viernes de 8 a 13.
Si se flexibiliza el rango etario o la cantidad de niños que se está dispuesto a adoptar, se amplían las chances de conseguirlo
“Los requerimientos no son dificultosos, la dificultad que hay es que las personas inscriptas solo quieren adoptar niños de 0 a 3 años. Si los chicos superan los seis años de edad, si forman parte de un grupo de hermanos o tienen alguna patología, no hay familias dispuestas a adoptarlos”, reveló Palomo sobre la situación actual respecto de los pedidos de adopciones.
El profesional sugiere además que “las personas que piensan en adoptar hagan un profundo análisis de su deseo y si está atado solamente a un bebe o niño de hasta tres años, es un deseo que tiene muchas limitaciones”.
“En la medida en que uno pueda flexibilizar el rango etario o la cantidad de niños que está dispuesto a adoptar, o lo vinculado a discapacidad o patología, amplía las chances de concretar su deseo de ser padre”, añadió el psicólogo.
Y concluyó: “El instituto de la adopción está para garantizar el derecho de un niño a ser parte de una familia y necesitamos más familias que tengan estas variables de flexibilidad”.
Hay muchísimos niños en todo el país esperando a ser adoptados.