El gobierno se ha embarcado en un exigente plan para controlar los precios de más de 1300 productos de primera necesidad, más allá de la inclusión de algunos champagnes y otras exquisiteces en la lista.
Tanto el gobernador Kicillof, como el secretario Feletti y, en general, todo el gobierno bajo el ala de Cristina se encuentra trabajando para imponer un control de precios que a lo largo de la historia nunca jamás funcionó.
Y los funcionarios lo saben, pero parece que la intención es lograr que los precios no aumenten antes de las elecciones y poder mostrar un índice de inflación en baja pocos días antes que los ciudadanos concurramos a votar.
Es archiconocido que tanto Moccero como Flavio Diez se dicen abiertamente y sin pruritos fanáticos de este gobierno, lo cual transforma en una obviedad que se van a sumar a esta campaña cuasi ridícula de control de precios en las góndolas.
Queda claro, también, que pese a estar en el mismo partido, Moccero y Flavio Diez no tienen empatía entre ellos. Más bien se podría afirmar que se quieren bien poquito. Y estimamos que desde que Flavio ganó la interna, el poco amor que Moccero sentía por el asesor de la Cámara de Diputados debe de haber disminuído hasta el extremo de casi no existir. O sea, poco amor, casi nada.
La orden de arriba es clara: los intendentes deberán ayudar a controlar los precios.
¿Cómo lo implementará el jefe comunal?
¿Sacará a sus punteros para controlar si la Crema Corporal Hidratación Express - Piel Normal A Seca Nivea 250ml está a $ 249,30, si el Licor de Café al Cognac Cusenier 700 Cc cuesta $ 333,92 o si el choclo en Granos Amarillo La Campagnola por 300 Gr tiene un costo de $ 104,40?
Ojo, que no va a ser fácil controlar 1342 productos en cada almacén de barrio, les puede llevar una semanita en cada local. Van a tener que salir muchos a controlar. Es cierto que ahora en diciembre quedan varios desocupados, pero no creemos que sean suficientes.
Y si Moccero no se ocupa, Flavio Diez, que probablemente sea concejal a partir del 10 de diciembre, ¿se hará cargo con su gente de cumplirle el deseo a La Campora; Kicillof y Cristina?
¿O querrán hacerse cargo los dos y será el primer litigio entre dos grupos que son del mismo partido, pero no se pueden ni ver?
El tiempo será testigo, pero todos sabemos que la relación entre las partes no es buena, que los precios máximos no van a funcionar por más que haya controles y que, como siempre, los que vamos a pagar los platos rotos del desabastecimiento y la tremenda inflación que vendrá después seremos, como siempre, los ciudadanos.
