Una ciudad con veredas selváticas

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¿Qué ha quedado de aquella ciudad que era orgullo por su orden y limpieza?

Solo el recuerdo, hoy Coronel Suárez deja mucho que desear en cuanto a la prolijidad de sus calles, a la belleza de sus veredas, a la limpieza general, al embellecimiento de lugares comunes que formaban una ciudad digna de ser recorrida en auto, caminada, circulada en bicicleta.

Pero hoy ya no es así.

Solo basta recorrer un poco las calles para notar que se ha perdido ese lustre que tenían nuestras aceras, esa calidad de limpieza y orden que le han llevado a decir al intendente que éramos “la ciudad más limpia de la provincia”, una afirmación imposible de cotejar pero que marcaba sí, que la ciudad estaba bastante prolija y linda. 

Una pequeña recorrida de 10 minutos solamente por calles asfaltadas y del lado norte de la vía permite observar que la ciudad está llena de veredas intransitables que están literalmente tapadas de pastos y mugre.

Ya pasearemos por la zona sur, donde seguramente veremos un panorama parecido, pero hoy mostramos un poco esta zona, con muchas de sus veredas en estado lamentable.

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Existe una culpa concurrente: vecinos y municipio. Los primeros deben mantener limpias sus aceras y el segundo tiene la obligación de control y exigencia de limpieza de esos sectores.

Ninguno de los dos cumple su deber. Y vivimos en una ciudad con veredas imposibles de ser caminadas.

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