Hace una semana Roberto Feletti fue designado como Secretario de Comercio Interior, reemplazando a Paula Español, (la mujer que iba a medir con un metro las góndolas para medir los precios, sí, esa) lejos de ser un personaje irrisible Feletti nos genera miedo. “No vine a tomar café” dictaminaba ante la insistente negativa que recibió por parte de los empresarios que se negaron a acceder a su acuerdo de precios.
Otro de los comentarios que hizo Feletti y que resonó muchísimo en los medios y redes sociales, fue el de, “donde vea un precio fuera del acuerdo voy a ir a decirle ‘señor baje ese precio'”. Parece chiste, casi roza el ridículo como las implementaciones de Español, pero está muy lejos de eso. Roberto entre líneas nos está afirmando que a pesar de que los empresarios se nieguen, ellos van a continuar congelando precios y si por alguna razón “se descubriese” que algún comercio no está cobrando al precio que dictaminó el Gobierno van a verse obligados a actuar.
No sería novedad ver a matones ingresando a algunos comercios exigiéndoles a sus dueños que bajen los precios. De hecho, Cristina Fernández de Kirchner en el año 2013, había llamado a la militancia a recorrer los supermercados para hacerles cumplir con los precios dictados por el Gobierno Nacional.
El congelamiento de precios será a la fuerza, sin acuerdo con los empresarios el Secretario de Comercio Interior decidió avanzar igual, los productos que abarcará son casi 1500, ¿Cómo se traduce la implementación de continuar congelando precios? Prácticamente se les está pidiendo a los empresarios que se hagan responsables de la inflación, mintiéndoles en las góndolas a los consumidores, para que entonces, no sientan la realidad, que su dinero vale cada vez menos.
El congelamiento de precios será hasta el 7 de enero del año que viene. La Ley de Abastecimiento ya esta en marcha, o la Ley de 1974, como prefiero decirle yo. Lejos de ser una petición a lo que quiero que suceda, es una aclaración de lo que ya ha sucedido por implementar esta clase de medidas.
Lejos del efecto esperado, esta medida va a obtener el resultado completamente contrario al que supuestamente se desea obtener. No solo se congelan los precios, sino que mientras tanto, se imprimen billetes de una forma completamente desproporcional, estamos viviendo de una forma irreal la economía Argentina.
Como dato de color, esta ley fue sancionada durante el gobierno de Perón y modificada, casualmente, en el 2014 durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
¿Qué pasará cuando el congelamiento cumpla su ciclo en enero? Pueden pasar dos cosas, la primera y más razonable sería que el gobierno acepte e infle los precios acorde a la inflación que está siendo pisada hace varios meses, tanto en las góndolas como en las tarifas de servicios. De esa forma los comercios cobrarían acorde a los precios que corresponden y el Gobierno deberá optar por responsabilizarse de dos años más de caos económico e inflacionario. Y la segunda opción, que es la que creo que lamentablemente sucederá. Es utilizar la misma “táctica” que implementó CFK en su último mandato. Sostener hasta lo imposible el congelamiento de precios para que el “tarifazo” lo haga otro, entonces el kirchnerismo se vuelve a jactar de que en su gobierno la inflación no fue tan alta. Y de esta forma, se vuelven a repetir las políticas y se vuelven a perpetuar los relatos que alimentan la ignorancia, ignorancia que por suerte cada vez es menor, porque cada vez son menos quienes optan por los relatos en lugar de los datos.
*Por Abigail Luna.