Con la flexibilización de las restricciones impuestas por la pandemia, en especial para estar al aire libre, en breve volverán las caminatas en sectores serranos y costeros marítimos.
A su vez, la vigencia de temperaturas cálidas naturalmente producirá la salida de sus escondites de víboras, tal como días pasados sucedió en el patio de una vivienda de Claromecó, donde una yarará que se sintió amenazada mordió a los tres perros de la casa.
Para saber qué comportamiento se debe tener en caso de hallar una víbora, y lo que es aún mejor qué recomendaciones seguir para evitar encontrarse con uno de esos seres vivos, se consultó a Nora Silvia Sidorkewicj, licenciada en Ciencias Biológicas, doctora en Biología y docente investigadora de zoología de la UNS.
“Si alguien encuentra una víbora, lo primero que debe hacer es no asustarse ni hacer movimientos bruscos para evitar que el animal se ponga nervioso. Si parece estar muerto, no acercarse porque a veces es una estrategia de defensa que tienen. El animal muerde cuando está asustado o por defensa”, expresó.
“No se debe meter la mano en lugares donde no tenemos visual, bajo piedras o en cuevas. Las piernas y los pies tienen que estar cubiertos por borcegos, cuero, bota de montar; es mejor si el pantalón es ancho y las medias, gruesas; caminar por la huella y mirar lo que pisa. Conviene andar con un palo golpeando adelante ya que, si el animal percibe las vibraciones, es posible que se aleje”, indicó.
Sidorkewicj puntualizó qué hacer cuando la mordida de una yarará –especie propia de zonas serranas y de playa- es un hecho.
“No hacer torniquete ni cortar para drenar veneno; no hay que chupar y escupir; no hay que poner compresas ni desinfectantes. Hay que lavar la zona afectada con agua y jabón; darle a la persona agua, no bebidas estimulantes ni alcohólicas. Hay que acostarlo, sacarle lo que pueda comprimir la zona alrededor de la mordida y llevarlo al hospital, tratando de llegar antes de las seis horas al hospital”, señaló.
En esta zona de la provincia hay tres centros de salud para atender mordeduras de víboras. En Bahía, el Hospital Municipal; en Tornquist, el hospital municipal “Dr. Alberto Castro”; y en zona de playas, el Hospital “Eva Duarte de Perón” de Coronel Dorrego.
“NO HAY CASCABEL EN LA PROVINCIA”
La Doctora Sidorkewicj se refirió al caso de la serpiente que apareció en el patio de una casa de Claromecó, para asegurar que no se trata de un ejemplar de cascabel, como inicialmente se dio a conocer.
“La yarará tiene un comportamiento típico cuando se ve agredida, amenazada o enojada: frota la cola contra el piso y hace un ruido muy similar al de la cascabel, pero la yarará jamás levanta la cola y la cascabel sí lo hace y la agita. Si uno no la ve, el ruido se asemeja al de la cascabel, pero no lo es”, manifestó.
“No hay cascabel en la provincia. Un estudio dice que en un futuro no muy lejano puede haber por el cambio climático. Podría haber ingresado accidentalmente, como aparecieron arañas de los bananos en un cargamento de frutas o escorpiones que un camión con maderas trajo a esta zona, pero ese animal de la foto no es una cascabel”, aseveró.
EL APORTE DE UN EXPERIMENTADO GUARDAFAUNA
Juan “Tito” Gasverde, el guardafauna que retiró la víbora en la citada localidad del distrito de Tres Arroyos, también fue contactado para conocer su opinión. El trabajador, que lleva veinte años en la función, levantó el reptil a pedido de la policía de Claromecó.
“Con una pinza especial la agarré, la coloqué en un balde y la llevamos a una reserva que está a unos 18 o 20 kilómetros de la zona urbana del pueblo”, dijo.
Gasverde anticipó que junto con otros referentes de la localidad están organizando una charla para evitar nuevos encuentros entre estos animales y los humanos.
“Si uno no los pisa, no muerden a nadie. Sólo se defienden y ante una mordedura, si no se trata, es mortal”, concluyó. (lb24)