La evolución en el calendario de vacunación, así como la sostenida caída en los casos ha permitido establecer un esquema de regreso a la presencialidad, que contempla la adecuación de los protocolos preventivos al nuevo escenario, el fin del sistema de burbujas y la continuidad de distintas formas de trabajo remoto.
Es un paso muy importante porque nos da un marco dentro del cual reorganizar el funcionamiento de nuestros equipos, optimizando la asignación de tareas y la distribución del esfuerzo colectivo, para continuar mejorando la experiencia de las y los clientes internos y externos.
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