La movida para recuperar votos en el Gran Buenos Aires ya arrancó. Los intendentes y sus punteros están “identificando” a quienes no concurrieron a las PASO o votaron en contra. También están implementando un plan para entregar electrodomésticos en los barrios más carenciados. Ya se firmaron varios convenios con jefes comunales.
El cruce de información lo hacen comparando el padrón de las PASO con las listas de ANSES. Es una especie de GPS para encontrar a los más remisos o enojados con miras a noviembre. La presión sobre los Barones del Conurbano es muy fuerte para intentar recuperar los votos que perdieron.
También están acelerando desde el Ministerio de Desarrollo Social nacional la firma de convenios con los municipios para financiar la entrega de electrodomésticos. El instrumento clientelar se llama “Plan Abrazar Argentina” que maneja la exdiputada tucumana Mirta Alicia Soraire, actual secretaria de Abordaje Integral de esa cartera.
El plan consiste en la firma de convenios del ministerio que conduce Juan Zabaleta con los intendentes con “el objetivo de garantizar las prestaciones que permita asistir con elementos e insumos a aquellas personas en situación de vulnerabilidad social que deban ser atendidas con inmediatez”.
Ayer hubo denuncias de clientelismo contra el intendente K de General Rodríguez, Mauro García, quien fuera derrotado en su distrito. El jefe comunal decidido a recuperarse electoralmente hizo uso de este plan entre los vecinos de barrios más humildes. Se trata de un subsidio de la cartera de Desarrollo Social nacional para que los municipios destinen esos fondos “para la adquisición de heladeras domésticas con freezer, estufa garrafa infrarroja, garrafas de 10Kg y cocina a gas envasado”.
El dinero es transferido a la cuenta bancaria del municipio y el intendente debe utilizar esos fondos para adquirir los electrodomésticos “que deberán ser destinados a personas físicas en situación de vulnerabilidad social que residan en ese distrito”.
También pueden ser beneficiarios sociedades públicas o privadas que presten ayuda social. Queda claro que la movida no solo tiene tufillo clientelar, sino que le confieren la discrecionalidad al jefe comunal para elegir arbitrariamente quienes reciben los electrodomésticos.