El feminismo relegado ante decisiones políticas

El feminismo relegado ante decisiones políticas

Cuando el único argumento que se utiliza para justificar decisiones que van en contra de las banderas, supuestamente, defendidas durante los últimos años es “es la política”, queda claro que aquellas proclamas nunca importaron, que eran sólo una mera ficción dentro de las estrategias para seducir a los electores.

En esa confusión quedaron dando vueltas los colectivos y los movimientos feministas luego de la conformación del nuevo gabinete de Alberto Fernández, elegido casi a gusto de la vicepresidenta Cristina Fernández. Primero, por la exclusión de mujeres entre los nuevos nombres. Segundo, por la preponderancia que tomó en este armado la figura del ahora ex gobernador de Tucumán, José Manzur, flamante jefe de Gabinete, cuyo enfrentamiento con la defensa de los derechos de las mujeres tuvo su momento pico cuando el Ejecutivo tucumano que conducía evitó por todos los medios que se le realizara la interrupción del embarazo a una niña que había sufrido abusos sexuales.

Hasta este momento, el Gobierno parecía blindado en cuestiones de género; no porque su política haya sido exitosa, sino porque gozaba de la simpatía de la militancia luego de la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Por eso, en varias oportunidades hubo ojos ciegos y silencio cómplice frente a denuncias que tomaban estado público.

Las reacciones llegaban según la simpatía política del denunciado, sin importar el relato de la denunciada.

En el medio, un Ministerio de la Mujer que todavía no ha dejado en claro cuál es su rol y cómo las decisiones que se toman allí terminan modificando el contexto adverso en que se encuentran miles de mujeres en Argentina. (Elsol)

Comentar esta nota
Más de Política