El periodista Oscar “El Negro” González Oro lanzó durísimas críticas contra Alberto Fernández, a quien trató de mentiroso y traidor, tras la crisis política de esta semana, en la que el Presidente cedió buena parte de sus ministros, echó a su amigo y vocero presidencial y designó a los que deseaba Cristina Kirchner. “Esta semana entregó su virginidad”, sentenció el locutor en El Corresponsal.
“Quiero hablar del hombre que yo conocí, un hombre que traiciona a sus amigos, como a Biondi que lo viene acompañando de toda la vida, y fue el primero en echarlo, lo entregó”, empezó diciendo González Oro y siguió: “Entregó su primogenitura por un plato de lentejas”.
Respecto a Santiago Cafiero dijo: “Este capricho de no sacar a Cafiero, que se lo viene pidiendo la gente, el periodismo, las corporaciones. Es un inútil. No lo sacó y lo manda de canciller. El canciller yendo a México a representarlo porque el no quería ir para no dejarla a ella y que firmara seis decretos y dejara afuera a la mitad del gabinete”.
“Ya no quiero hablar del presidente, quiero hablar del hombre que traiciona, que miente. Quiero hablar de este pusilánime que le está haciendo mucho daño al país. Él, no solamente ella. En México se nos deben estar riendo, manda a Felipe Sola, un canciller que no habla inglés y que se entera en el avión que ya no es más canciller y ni siquiera tiene los huevos de llamarlo él, a Felipe, y decirle que no es más canciller”, opinó respecto a lo sucedido en relación al cargo en Cancillería que ahora ocupa Cafiero, el hasta ahora jefe de Gabinete.
“Me da vergüenza ser representado por este que nos mintió, que nos engañó y que nos basureó. Porque lo peor es que se dejó basurear se sigue dejando basurear. Esta semana entregó su virginidad, si es que la tenía, ya está, ya está jugado. Ella hizo un golpe de estado”, dijo en relación a la movida de Cristina Kirchner para que sus ministros afines presenten la renuncia.
“Apelo a la dignidad de un hombre que no se deje basurear como se dejó basurear por una diputada que en noviembre se va”, dijo en referencia a los polémicos audios de la legisladora ultrakirchnerista Fernanda Vallejos. “Le dijo ocupa, tarado, inútil, imbécil, no se puede seguir permitiendo esto en la Argentina, nos hace mucho daño. El mundo mira y se ríe y siento vergüenza y tristeza, y a veces me dan ganas de llorar y putear”, expresó el locutor.
“Apareció una personalidad que yo no conocía, he hablado con amigos en común en los últimos días, y todos coincidíamos en decir ‘este no es el Alberto que comía conmigo’”, confesó el periodista que conoce a Alberto Fernández y mantenía una relación de amistad hace varios años.
Veo a un monstruo, a un esquizofrénico que no tiene nada que ver con aquel Alberto que en el primer reportaje le pregunté si había soñado alguna vez con ser Presidente, y me dijo que no, pero que no me lo voy a perder, y ya se la perdió definitivamente”.
Este gabinete no tiene ninguna posibilidad y se va a volver a enojar la emperatriz y va a volver a cambiar el gabinete y si es posible lo va a echar. No va a ir presa. En todo caso podrá tener una prisión domiciliaria. Ella está jugada y sin fichas. Creo que todo lo que están haciendo lo van a pagar en las urnas.
Este Alberto que yo conocí, que hablaba de su hijo Estanislao, de la educación y que hablaba pestes de la actual vicepresidenta, o de su socia mayoritaria en todo caso, yo no lo conocí, por eso estoy tan defraudado y tan desilusionado, porque veo que agarra a Biondi, un buen tipo, yo lo conocí, para tener una entrevista con Alberto había que hablar con Biondi. Y lo echa como un perro, no le da ninguna explicación. Lo mismo con Nicolás Trotta. Fue otro de los echados para darle el gusto a la emperatriz. Que se deje de joder, que se vaya y que no haga más daño. Ni él ni ella. Aunque en el fondo el que se deja basurear, vilipendiar, humillar y manosear es él.
“Alberto me defraudaste de una manera brutal, me cagaste. Nunca me dolió tanto, me usó, en el fondo me usó porque yo aposté a un presidente. Te pido que renuncies o rompé”, sentenció.
“Creo que estamos frente a un mitómano, y lo peor es que el mitómano se cree sus propias mentiras. El creyó que tenía la lapicera y la tinta y ni tuvo nunca ninguna de las dos cosas”.