Tras haber ocupado el tercer lugar en las elecciones Paso del domingo 12 de septiembre, el intendente Moccero y su muy pequeño círculo íntimo entraron en desesperación: perdieron la única interna en la que han participado desde su creación y ya no serán dueños absolutos de las decisiones en el Concejo Deliberante.
La derrota caló hondo, Moccero estuvo enfurecido, tuvo un duro cambio de palabras con Néstor Carbini, a quien tituló como ‘el padre de la derrota’ sacándose de encima cualquier tipo de responsabilidad en los pésimos números obtenidos en las urnas y hasta pensó en partir el futuro bloque del Frente de Todos pues de ninguna manera quiere darle entidad a Flavio Diez, quien puede ser quien lo destrone para siempre de ese espacio peronista que Moccero ocupó, pero sin pertenecer.
Lo último que se conoce de círculos cercanos al poder es que Carbini no quiere ser el tercero de la lista que van a encabezar Flavio Diez y María José Lacoste, quienes referencian en La Campora. Y tampoco estaría en el ánimo de Crededio el de asumir ese papel, que va a resultar muy difícil, pues el moccerismo, si se mantuviese el empate técnico tendría 5 concejales, Diez 3 y Juntos 8, con la presidencia en manos de quien obtenga más votos, si hubiese disciplina partidaria, que no está para nada garantizada.
Por lo tanto, si Carbini y Crededio dicen no, por ley de paridad debería ocupar el tercer lugar el actual delegado de San José, Daniel Schwindt y quedaría para Vanina Tucci, el sexto lugar, un puesto decorativo ya que sería casi imposible acceder a una banca desde ese lugar.
El polvorín está en llamas y puede estallar.
Creemos que se pueden esperar más capítulos de esta novela.
La lucha de poder entre Moccero y Diez amenaza con ser profunda y encarnizada.
¿Será la hora de La Campora en Coronel Suárez?
