Preventiva confirmada para el docente abusador aprehendido en Coronel Suárez
El catequista Juan Matías Bongiovanni fue detenido en abril pasado en nuestra ciudad en un domicilio de Balcarce al 300, por orden de la jueza de Garantías N° 4, Marisa Promé. Le imputan hechos contra dos víctimas bahienses, que tenían 16 y 17 años al momento de los hechos, aunque existen en la fiscalía otras denuncias en trámite.
La detención de un profesor de Teología acusado de abusar de alumnas en Bahía Blanca, que causó gran repercusión en abril pasado cuando se concretó en nuestra ciudad, se mantendrá al menos hasta el juicio oral.
Así lo dispuso en las últimas horas la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, al rechazar un recurso del defensor del docente Juan Matías Bongiovanni y confirmar la prisión preventiva que había dictado la jueza de Garantías N° 4, Marisa Promé.
El catequista está procesado por hechos cometidos entre 2010 y 2011 en perjuicio de dos víctimas, aunque se informó que se tramitan otras denuncias en su contra.
Los delitos fueron denunciados por dos alumnas de Bongiovanni que refirieron que el hombre se valía de su cargo y de la confianza que generaba en las escuelas donde dictaba clases y en otros ámbitos de acción social, como el grupo de voluntariado denominado “Aclaró”, del cual era líder.
En su momento, el acusado prestó declaración indagatoria ante la fiscal Marina Lara, brindó su versión de los hechos y negó tener relación con las imputaciones de abuso sexual gravemente ultrajante por la guarda de la víctima en dos hechos, en concurso real de delitos.
Viaje a Córdoba
A esta altura de la investigación, la Justicia cree que hay pruebas para determinar que Bongiovanni abusó de S. en un viaje a Córdoba, cuando la chica tenía 17 años y fue autorizada por sus padres para trasladarse hacia un centro de recuperación de adicciones.
Pararon por separado. Ella, en Villa Quilino y él, en Dean Funes, aunque en el colectivo de vuelta se produjo el incidente.
"Era de noche, recién habíamos salido de Córdoba, íbamos sentados los dos juntos, me decía que estaba cambiada, más grande y me pidió que lo masturbara. En ese momento accedí, no me quedaba otra porque viajaba con él. Cuando llegamos a Bahía, él me dijo que eso tenía que quedar entre nosotros dos, que nadie debía saberlo", relató la víctima.
S. sintió una gran desilusión. "Mi relación con él era de hermano, había confianza, en el momento me sentí mal, shockeada, no podía ni hablar", confesó.
La madre de la chica confirmó que habían autorizado ese viaje a Córdoba y la pericia psicológica aludió a un relato de la joven "coherente, sin presencia de ideación delirante" ni "alterado su pensamiento", con lo cual se descartó que haya fabulado.
"Me quedé helada"
La otra víctima es Y., a quien supuestamente abusó en al menos 3 oportunidades.
Dijo que había conocido al profesor en 2009 y que se sumó a su tarea social en el barrio Villa Esperanza, a través del grupo Aclaró, del cual Bongiovanni era líder.
En marzo de 2011 hicieron una actividad en un hogar con el cual colaboraban y, cuando estaban solos, él la abordó, la besó, la abrazó, le hacía alusión a sus partes íntimas y la apoyaba de manera fuerte.
Otra situación se dio cuando compartían una película en una reunión de grupo y se encontraban en un sillón, tapados con una frazada y le agarró una mano para llevarla hacia su pantalón.
"Yo me quedé quieta, no sabía que hacer, me dio asco e impresión porque no entendía qué estaba pasando. Me quedé helada", admitió Y.
Luego de esa acción, él "hizo como que no pasó nada".
"Siempre me decía que no le cuente a nadie lo que pasa porque la gente no lo iba a entender, más que nada por la diferencia de edad, me decía que tenía que ser secreto y que yo no le tenía que contar a nadie", agregó la testigo.
El tercer abuso se dio en la casa de la chica, cuando Bongiovanni llegó y, al estar la joven sola, le advirtió que "en algún momento iba a pasar algo" entre ellos y la llevó hacia una habitación, donde se le tiró encima, aunque ella pudo zafar.
En este caso también se tuvieron en cuenta los informes psicológicos y testimonios para dar credibilidad a la versión de la chica.
Los camaristas Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri, de la Sala I, consideraron que la jueza de primera instancia había realizado "una clara reconstrucción" para calificar los hechos, con lo cual no se podía atenuar el caso, como pretendía el defensor Sebastián Martínez.
En consecuencia, el docente quedó con prisión preventiva por abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la guarda de la víctima y abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso real.
"El fallo goza de las garantías antedichas, las razones son suficientes como para que resista cualquier embate dirigido a cuestionar su falta de fundamentación", ampliaron.
A lo largo del tiempo
Intensidad. La Cámara marcó que en el abuso sexual gravemente ultrajante se describen conductas que, sin llegar a la penetración, constituyen una mayor injerencia en el bien jurídico protegido, al que lesionan con mayor intensidad, por su forma.
Sometimiento. Además de actos que objetivamente carecen de pudor o recato (...) se prolongan en el tiempo o se perpetran bajo circunstancias especiales, cuyo fin consiste en un sometimiento sexual gravemente ultrajante.
Riesgos. Ese tipo de situaciones constituyen "un vejamen innecesario para la víctima y un mayor peligro para su integridad física", teniendo en cuenta -explicaron los jueces- "una excesiva prolongación temporal".