Me verán volver y la larga lista de impresentables
El Pata Medina encabeza el Operativo Clamor por Sí Mismo. Los Moyano hacen su juego, D'Elía se corta la tobillera y el Presidente le indica a un juez el tipo de delito por el que él mismo debe ser juzgado. Por Jorge Lanata
Un viento cálido y pegadizo de pasado sopló estos días en Buenos Aires: empujó a algunos personajes del pasado que luchan por volver al calendario. El hombre que fumaba narguile en su casona de Villa del Plata mientras lo detenían es uno de ellos.
Su número es el 1331,”1331 días,1331 razones” dicen sus acólitos; es el tiempo que fue “excluido” de su gremio. Al Pata Medina le secuestraron más de cien autos, un helicóptero, una lancha y varias propiedades. Fue procesado por asociación ilícita, coacción agravada y extorsión y está a la espera de juicio. Como en la Argentina nadie es definitivamente culpable sino hasta que lo juzga el Tribunal de la Haya, el Pata tuvo domiciliaria y en febrero fue excarcelado.
Había alguna formalidad: tenía prohibido volver a participar en actividades gremiales. Medina y su hijo,el Pequeño Puly, encabezaron el lunes el Operativo Clamor por Sí Mismos. El juez Alejandro Esmeris del Tribunal Federal Oral 2 tardó dos días en citarlo por zoom. Una hora antes de la audiencia, el chat de mamis del Pata difundió un video donde se los ve con máscaras, armados y con un mensaje: “¡Vamos a matar al juez,al fiscal y al que venga!”.
Este viernes la Justicia determinó que vuelva a prisión domiciliaria.
Algunos no lo quieren pero todos le temen. En mayo intentó colarse junto a su mujer Fabiola en un acto de Alberto y Cristina y les bloquearon el ingreso. Aún así, el Pata expresó su apoyo a Victoria Tolosa Paz y sus decenas de nietos.
Unidos por el espanto del avance de las causas judiciales y la suerte de sus hijos, un viejo enemigo se terminó acercando al Pata: Hugo Moyano. Los tiroteos de 2006 en el traslado de los restos de Perón entre la UOCRA y Camioneros quedaron atrás.
Moyano logró cierta pax judicial, más en silencio. El expediente de Independiente desvelaba a la familia; su hijo Pablo estaba acusado de liderar una asociación ilícita para defraudar al club mediante la reventa de entradas y la jueza Brenda Madrid dispuso su sobreseimiento, que fue apelado por el fiscal Scalera a fines de diciembre pasado. Ya pasaron casi nueve meses de espera y la Sala 2 de la Cámara Penal de Lomas de Zamora sigue sin resolver.
Con el Gobierno, los Moyano atraviesan un período tumultuoso: Facundo renunció a su banca y manifestó su deseo de volver al gremio del peaje y Alberto no le dio a Hugo cargos ni lugares en las listas. Moyano se dobla pero no rompe: Pablo finalmente nunca fue preso y el Gobierno tendió una mano para sostener OCA a través de una empresa ligada a Cristóbal López que se hizo cargo de la firma postal que Moyano defiende como si fuera suya.
Pero hay otra elección: es el 11 de noviembre cuando debe nombrarse el nuevo secretario general de la CGT. Hugo quiere poner a Pablo; Sergio Palazzo es el candidato de Cristina y Héctor Daer, el amigo de Alberto. Ya planean una marcha para el 18 de octubre -un día después del Día de la Lealtad- y nadie sabe si será a favor o en contra.
Luis D’Elía, en este regreso de los muertos vivos, cortó su tobillera con un cuchillo y participó luego de una “caravana contra el lawfare”, palabra que pronuncia con dificultad. El episodio fue bautizado por el propio D’Elía como “corte de cadenas”, una especie de remake de Kunta Kinte. Lo acompañaban el intendente de Ensenada, el juez k Ramos Padilla, padre del juez k Ramos Padilla, Cachorro Godoy y representantes del Movimiento Evita y Miles. D’Elía había sido condenado por la toma de la comisaría de La Boca en 2004. Un inmenso óleo de Quinquela Martin que estaba en lugar nunca fue recuperado. ¿Dónde habrá terminado tanto amor al arte?
Es en este marco que durante esta semana el Presidente decidió indicarle a un juez el tipo de delito por el que él mismo debe ser juzgado, y también le ofreció la solución de la reparación monetaria. Es cierto: son una lista de impresentables. Pero ¿alguien puede decirles algo?