Los más importantes referentes del Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires se reúnen hoy en La Plata para debatir y dejar en claro la campaña que desarrollarán en el territorio bonaerense. Intendentes, Gobernador, y los dirigentes más relevantes del espacio harán catarsis tras un traumático cierre de listas donde claramente hubo vencedores y vencidos. Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa defenderán sus posturas.
"Las operaciones ya aparecieron y seguirán... Dicen que algunos intendentes se van de los territorios porque La Cámpora copó todo pero no entienden nada... Se van ahora, vuelven y les ganan... No existen en los territorios ni sus candidatos pueden ganar a ningún delegado de los intendentes", dijo, tranquilo y sabedor de todo lo que se abre con situaciones como las que se viven en distritos símbolos para el nonato albertismo, como Hurlingham y Almirante Brown.
Esta lógica se puede aplicar en otros lugares, donde los candidatos "camporistas", que son la mayoría en los lugares donde no gobierna un jefe comunal del Frente de Todos, competirán contra un intendente de Juntos. Su derrota sería peor que la sufrida hace dos años.
Los intendentes de las localidades arriba mencionadas, Juan Zabaleta y Mariano Cascallares, no completarán los dos primeros años de su segundo mandato para ampararse en el decreto de María Eugenia Vidal que regula la aplicación de la ley que impide la segunda reelección de los jefes comunales, legisladores provinciales y municipales de la provincia de Buenos Aires.
Si bien ningún cierre de lista es pacífico y suele haber ganadores y derrotados, las desconfianzas preexistentes a la creación del Frente de Todos hace que cada situación provoque un temblor mucho más importante de lo que habitualmente genera. Los intendentes volvieron a darse cuenta que no son un grupo político con influencia en el centro del poder, sino que solamente son piezas utilizadas por los operadores que están en la cima de la toma de decisiones.
Gabriel Katopodis representa a un sector. Sergio Massa a otro. Martín Insaurralde, en alianza con los dos, trae consigo a algunos "no alineados" mientras que Máximo Kirchner escucha y concede a todos pero a algunos los trata con mucha más amabilidad. La desconfianza, entonces, termina impidiendo que una solicitud puntual llegue con la fortaleza necesaria para ser impuesta.
En esta mesa se juntará nuevamente hoy en la sede del Gobernador Axel Kicillof, con la excusa de la firma de convenios y entrega del primer tramo del Fondo de Emergencia para Infraestructura Municipal, unos $12.000 millones de pesos pactados antes de la aprobación del presupuesto de este año.
Kicillof, por su parte, cree que puede ser un actor principal en la campaña y ya mandó a pintar murales en todas las principales rutas y autopistas de la Provincia. Sin candidatos propios en ninguna de las listas, sostiene que la gestión ayudará a los intendentes, y no al revés. Extraño. Ninguna encuesta, oficialista u opositora, refleja que Kicillof pueda traccionar más votos que los que los jefes comunales.
La confirmación del escaso peso político del gobernador se verificó en la confección de las listas de candidatos para la legislatura provincial. La totalidad de los integrantes en las principales secciones electorales responden a referentes de Kirchner, los intendentes y Massa, en ese orden.
Otros "extranjeros" cuyo poder político dependía directamente del presidente de la Nación por más que ellos trataban de despegarse cotidianamente, como Daniel Scioli y María Eugenia Vidal ubicaron, en la primera oportunidad que tuvieron, a referentes de su absoluta confianza. Kicillof no pudo o no lo intentó, nadie lo sabe. Quizás se dio cuenta de lo primero y luego actuó en consecuencia.
Si se bucea entre las listas, se ve nítidamente que Massa tendrá muchos más concejales que los que tenía hasta el momento. y un puñado de legisladores provinciales más que los que tenía hasta ahora. No compensará su mejor momento, la elección de 2013 pero empezará a compensar lo que había retenido cuando empezó su decadencia independentista del Frente Renovador en 2017.
Kirchner, en tanto, se mostró firme para retener todos los concejales, diputados y senadores provinciales que se presentaron por Unidad Ciudadana en 2017, cuando el peronismo presentó tres alternativas peronistas. La de Cristina Fernández, Florencio Randazzo y el nombrado Massa.
El Movimiento Evita, que había sacado provecho de su rol armador de la variante Randazzo, en 2017, quedó relegada en este cierre de lista. En la mayoría de los distritos que tenía expectativa de reelección, sus concejales ven cómo se termina su mandato este año. En la mayoría de los distritos se contentaron con mantenerse alineados con los intendentes para que estos los contengan dentro de sus respectivos ejecutivos.
Los intendentes ya empezaron, hace tiempo, una campaña personal en cada una de las localidades, presentando planes de obras, realizando aperturas de establecimientos deportivos y sanitarios y acompañando las visitas de los funcionarios provinciales y nacionales.
Premiados por sus vecinos por el nivel de "cercanía" generado en los peores momentos de la pandemia, la mayoría supo mediar entre las tensiones provinciales, que pretendían cerrar todas las actividades comerciales e industriales, y la necesidad laboral de sus pymes asociadas en diferentes cámaras empresariales. En aquel momento, lejos del "pogo" con el que se fue de la gestión, Daniel Gollan alertaba con un tendal de muertos y enfermos porque la gente no se "quedaba en casa".
Massa, en tanto, espera el momento adecuado para relanzar su Frente Renovador, con detalles de todo lo que hizo por la "gente común" en estos dos años de gestión de Alberto Fernández, a quien sólo le concedieron el primer lugar de la boleta de diputados nacionales a través de Victoria Tolosa Paz. "Le dejaron el Gabinete entero, no es poco", confiesa un conocedor de todos los pasillos del poder nacional.