Al igual que en años anteriores, el kirchnerismo y los barras bravas de los principales equipos argentinos consolidan su vínculo poco transparente de cara a las próximas elecciones legislativas, en una suerte de "pacto" que confía a estos grupos violentos la persecución de militantes opositores a cambio de revincularse con el negocio del robo y el narcomenudeo, denunció el periodista Alfredo Leuco en su programa emitido anoche en el canal LN+.
"El matrimonio por conveniencia entre los grupos mafiosos de los barras bravas y un sector del cristinismo, se mantiene absolutamente vigente", sintetizó el conductor en su columna editorial de El Diario de Leuco.
En ese sentido, Leuco indicó que "los violentos y pesados de la hinchada del fútbol son verdaderas organizaciones delictivas que el kirchnerismo utiliza con frecuencia" bajo "una especie de alianza", en la que "los dirigentes políticos y funcionarios miran para otro lado y se convierten en cómplices de robos, reventa de entradas, patoteadas y narcomenudeo con los muchachos del paravalancha que se ponen a su servicio".
"En un momento, estuvieron presos unos cien barras de los más sanguinarios y se le prohibió la entrada a los estadios a otros 3.500 hinchas que se destacaban por su ferocidad a la hora de atacar otros grupos", añadió.
Por su parte, el extitular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte de la provincia de Buenos Aires (Aprevide), Juan Manuel Lugones, señaló que "todos estos barras bravas están libres: algunos se fueron a sus casas con tobillera electrónica, como es el caso del 'Bebote' Álvarez (jefe de la barra de Independiente), otros con una excarcelación dada por los ‘jueces de la democracia’, y otros más aprovecharon el envión de los miles de delincuentes que quedaron libres por la excusa de la pandemia y ahora están en la calle volviendo al negocio de la delincuencia y la venta de droga al narcomenudeo en los barrios".
A modo de ejemplo en esa suerte de pacto entre barras bravas y el kirchnerismo duro, que personificó en el jefe del bloque oficialista en Diputados, Máximo Kirchner, Leuco manifestó que "recién está arrancando el proceso electoral y ya reaparecieron estos salvajes", como ocurrió el sábado durante el partido entre Racing y Gimnasia y Esgrima La Plata, donde los barras "colgaron fotos de Néstor Kirchner y escudos del Partido Justicialista entre las tribunas vacías".
Según Lugones, eso fue una muestra de "un pacto de la violencia y fiscalización para las elecciones de septiembre y noviembre" que se enfoca el negocio de los violentos en "patotear opositores y reactivar la venta de drogas".
Siguiendo la misma línea, Leuco aseveró que "generalmente los barras bravas utilizan su experiencia para robar urnas, amenazar a militantes de otros partidos políticos y custodiar actos proselitistas", y añadió: "Ahora comenzaron a actuar y ya no permiten que el resto de las fuerzas políticas coloquen aunque sea una mesa para repartir folletos. Hay zonas liberadas donde solo pueden hacer campaña los de La Cámpora, como en Villa Corina, Almirante Brown, La Matanza, Lanús, Morón, Villa Elisa. En ese momento, la policía mira para otro lado y garantiza la impunidad".