Matadero de Epecuén: polémica por el patrimonio vulnerado por activistas veganos
El intendente de Adolfo Alsina, Javier Andres, calificó como “lamentable” el accionar de una pareja de activistas que llegaron desde Buenos Aires para pintar con sintético negro sobre las paredes del ex-frigorífico. La frase: “Qe asco la carne”.
“Es un hecho lamentable, da mucha impotencia”, fue la frase que el intendente de Adolfo Alsina, Javier Andres, utilizó para referirse a la pintada realizada por una pareja de activistas veganos el pasado miércoles por la madrugada, sobre el Matadero del ingeniero y arquitecto Francisco Salamone, en Epecuén.
Los activistas, un hombre y una mujer, llegaron desde Buenos Aires en tren hasta Pigé y desde allí viajaron a dedo hasta Epecuén, con la intención de realizar este mural sobre un patrimonio nacional que hace 35 años dejó de funcionar como frigorífico, afectado por la inundación.
“Lo hicieron de noche y, a la mañana siguiente, personal de Turismo dio aviso a la Secretaría, quienes fueron hasta el lugar. Las dos personas salieron corriendo, quisieron escaparse y fueron detenidos con guardaparques, patrulla rural y Policía. Y luego se abrió una causa que está en manos de un fiscal”, dijo.
“Pedimos a la justicia que sea rigurosa con este tipo de acciones porque esta gente –por los activistas- no dimensiona el daño que le hicieron al patrimonio interviniéndolo de esa manera”, opinó.
Por su parte la directora de Turismo, Vanesa Neubauer, realizó una crónica de los hechos, en los que se involucró de forma activa, ni bien se enteró de lo que había pasado.
“El miércoles a las 8 de la mañana, recibí una foto impactante, de los trabajadores de Turismo que pasaban por allí temprano, del matadero vandalizado, pintado”, narró.
“Me puse muy mal, agarré el auto y salí para allá. Al llegar al lugar dos personas estaban saliendo del predio. Les pregunté qué estaban haciendo y me dijeron que habían llegado hacía un rato”, contó.
“¿Ustedes no vieron quien hizo semejante cosa en la pared del Matadero?”, preguntó la funcionaria a la pareja de activistas, que hasta ese momento, se mostraban ajenos a lo que había sucedido.
“La mujer, que era la única que contestaba, me dijo que no, que no habían visto nada”, dijo.
Neubauer dio aviso a la Policía y le pidió a la pareja que esperara para brindar a las autoridades su testimonio y los datos necesarios, ya que el acto había sucedido por la madrugada y no se veía a nadie más en el lugar.
La pareja comenzó entonces a alejarse, cada vez más rápido del lugar, por el camino de acceso a la obra de Salamone y luego a campo abierto, sobre un descubierto de sal, detrás del Matadero, donde hay un campo agreste.
“Di a viso a Guardaparques porque caminaban cada vez más rápido, en una situación de fuga. Traté de seguirlos en el auto para ver a dónde se dirigían y después hicimos junto a personal de turismo y guardaparques un rastrillaje caminando, hasta llegar al lugar donde estaban escondidos”, comentó.
La pareja se refugiaba en un maizal y acariciaba a dos perros para que no se moviesen.
“Les pregunté, en una especie de reto, cómo se atrevieron a hacer semejante barbaridad, toda una población movilizada, a generar una situación tan dolorosa de alterar nuestro recurso”, dijo.
“Ahora sí, habló el varón, y me dijo que eran activistas en contra del consumo de carne y defendió su punto de vista diciendo que lo que había hecho era arte y que tenía muchos seguidores”, mencionó.
"Sostuve que lo que había hecho era terrible porque había vandalizado un patrimonio histórico cultural nacional, que ya no era un frigorífico, desde hacía 35 años y que la gente estaba muy enojada”, dijo.
Entonces llegó la Policía, los aprehendió y luego pasó a manos de la justicia. Se hablaba de aplicar una multa estipulando un monto simbólico en relación a lo que costará la recuperación de la obra de Salamone a su estado original.
“En simultáneo nos pusimos en contacto con especialistas en preservación del patrimonio de Salamone y nos indicaron cómo debíamos intervenir la obra, con geles removedores especiales, `para levantar esa pintura negra, muy compleja de retirar por la porosidad de la pared”, dijo.
Desde Turismo, se hizo la remoción, con esta guía de los especialistas, para que la pintura no siguiera asentándose. La pareja fue liberada pero la causa penal sigue su curso y podría pagar una multa de hasta 100 mil pesos y hasta tener una condena de tres años en prisión.
“Esperamos dejar este monumento tan importante para la población en la condición en la que estaba y crear conciencia sobre esta acción que generó tanto repudio en la sociedad. El patrimonio está dentro de una reserva histórica natural municipal”, subrayó.
“El patrimonio es un recurso importante, es heredar cultura a quienes vengan luego y heredar su posibilidad de disfrute. Todos queremos ver los recursos con el deterioro normal del tiempo, pero no acelerado”, dijo.
Hizo hincapié en la educación y el respeto hacia el medio natural y cultural, señalando acciones de cuidado como no arrojar basura ni remover el patrimonio retirando piezas del lugar a modo de souvenir.
“Debemos tomar conciencia de que el debemos cuidar entre todos”, concluyó.