Los radicales de la Provincia de Buenos Aires, o más precisamente, Facundo Manes, decidieron que irán a las PASO contra Diego Santilli y competirán en "todos los distritos con listas propias", sin cruces ni acuerdos de ninguna especie" y aprovecharán las dificultades que se observa en el PRO para acordar los movimientos de intendentes, territoriales y posibles aliados extrapartidarios.
Una de las condiciones que habían obtenido los jefes comunales del PRO que hicieron explotar al grupo Dorrego fue adueñarse de la "lapicera" con la que se designarán las listas en la Provincia de Buenos Aires. Eso está siendo puesto en tela de juicio por los seguidores iniciales de la dupla María Eugenia Vidal - Diego Santilli, los "territoriales", la mayoría con sueldos pagos en la sede de Uspallata.
A pesar de sus modos, formas y discursos, tanto Manes como Horacio Rodríguez Larreta coinciden en algo. Que la figura de Mauricio Macri debe pasar a un cuidadoso, y lejano, segundo plano. Su imagen imposibilita hablarle a los que sufrieron durante sus cuatro años de mandato.
Gastón Manes les está informando a todos los dirigentes que lo van a ver o dialogan sobre cualquier tipo de temas, desde las confecciones de las listas hasta el avance de los acuerdos con los aliados que su hermano colocará en la lista de diputados nacionales, que "se preparen a pelear en todos los distritos".
"Que Y ni que Y", expresó Maximiliano Abad. Esa letra representa la posible alianza en los lugares donde los intendentes son de Juntos y que preferirían evitar la interna. Mucho más los candidatos donde los radicales deberán enfrentarlos. Habría una lista única en lo local, pero competencia a nivel provincial y nacional.
"No. Esto es una PASO y se trabajará así. En el peor de los casos, por lo menos, sacamos un 30% de piso. Con ese porcentaje ponemos dos concejales entre los primeros siete", explicó Abad. Cuando arreciaban las criticas internas por su forma de relacionarse con el PRO, siempre expresaban que así consiguieron un montón de intendencias e incrementar legisladores. Ahora creen que conseguirán mucho más.
Desde un inicio, quizás desde antes de aceptar ser candidato a diputado nacional, Gastón Manes recorría diferentes pueblos de la Provincia y escuchaba el mismo reclamo. Dejar de ser furgón de cola del PRO. Esa idea, que ya percibía Facundo desde sus recorridas puntuales, agigantaron la idea que terminó de consolidarse con la escapada de Vidal hacia la Ciudad de Buenos Aires.
Eso ayudó a los aliados naturales de la ex gobernadora, Abad y Daniel Salvador, a acelerar el mensaje de protagonismo radical que, solo en los títulos, proponía Gustavo Posse, a quien le ganaron la interna de marzo pasado. Hoy Posse aparece alineado a las expectativas de Santilli. O es candidato en su lista o va con una propia para hacerle perder votos a la del radicalismo oficial.
Entonces, hoy Abad, Manes y Salvador están diseñando listas únicas en todas las localidades y secciones electorales. En varios lugares, a su fortaleza natural, fundamentalmente en el interior de la provincia, se le suma la experiencia territorial de Emilio Monzó mientras que en la región noroeste, primera sección electoral, la presencia de Joaquín De la Torre y Margarita Stolbizer, referentes de San Miguel, Malvinas Argentinas, Moreno y José .C. Paz, el primero, y de Morón, Hurlinghan e Ituzaingó, la presidente del GEN.
En la otra sección importante, la del sudoeste del Gran Buenos Aires, la Tercera, sin posibilidades de ser reelecto por el impedimento de la ley que también inhabilita a los intendentes ser reelectos, Fernando Pérez no puede presentarse para diputado provincial. Queda la discusión entre el concejal de Avellaneda, aliado histórico a Salvador y Manes, Luis Otero, o el correligionario de andanzas universitarias de Abad, Pablo Dominichini, hoy alineado con Evolución de Martín Lousteau.